Esta es una de esas películas que tienen algo... pero no sabes muy bien el qué. Te llegan a la patata.
Es romántica, pero no demasiado. Tiene ciertos toques de drama sin ser abusivo. Y hay comedia, que no chistes y chorradas.

Winona Ryder es una actriz por la que tengo predilección. Y en esta película está encantadora. Ethan Hawke, muy bien, como siempre. Pero es que incluso Ben Stiller resulta creíble y ni pedante ni estúpido como en la mayoría de las producciones en las que trabaja. No podía imaginarme que fuese el director.

No es una película profunda y su final incluso ralla la simpleza, pero un final regularcillo no quita el buen sabor de boca que te deja esta película desde el comienzo. Sabe a juventud. Huele a la Generación X. Recomendada... ¡seguro!