Haz click aquí para copiar la URL
España España · San Sebastián
Voto de RavenHeart:
10
Terror. Romance. Fantástico En el año 1890, el joven abogado Jonathan Harker viaja a un castillo perdido de Transilvania, donde conoce al conde Drácula, que en 1462 perdió a su amor, Elisabeta. El conde, fascinado por una fotografía de Mina Murray, la novia de Harker, que le recuerda a su Elisabeta, viaja hasta Londres "cruzando océanos de tiempo" para conocerla. Ya en Inglaterra, intenta conquistar y seducir a Lucy, la mejor amiga de Mina. (FILMAFFINITY)
9 de noviembre de 2010
10 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
En 1897 el escritor irlandés Bram Stoker publicaba Drácula, una de las novelas más influyentes de la literatura moderna. Precedido por otros autores como Polidori o Sheridan Le Fanu, el texto de Stoker asentaría definitivamente el arquetipo del vampiro en el imaginario colectivo. Drácula supone pues el origen incontestable de muchas de las historias sobre este ser de las tinieblas, especialmente las cinematográficas. Casi cien años más tarde, el director Francis Ford Coppola quiso regresar a ese punto de partida para rodar uno de sus mejores trabajos.

La historia es conocida por todos, no así sus orígenes. En esta película el Conde fue antaño un poderoso caballero defensor de la fe cristiana que tras la injusta muerte de su enamorada abrazó los poderes de la oscuridad. Siglos más tarde nos reenganchamos al argumento original de la novela con la llegada del abogado inglés Jonathan Harker a las brumosas tierras de Transilvania. Harker se convierte progresivamente en un prisionero dentro del castillo del Conde pero el destino se interpone cuándo el vampiro descubre una fotografía de su prometida, un calco exacto de su perdida Elisabeta.

Es menester empezar esta reseña sentenciando que el título de la película es intencionadamente engañoso. Si bien Drácula se vende como una adaptación fiel de la novela de Stoker, lo cierto es que esta fidelidad es meramente formal. En efecto, el film reproduce de manera casi anecdótica los extractos de diarios y cartas que forman la estructura del libro. Ante todo, Coppola y el guionista James V. Hart quisieron presentar a su vampiro no como un muerto viviente sediento de sangre, sino cómo un ser atormentado y desesperadamente vivo, casi un antihéroe romántico podría decirse, una humanización del monstruo apoyada además en un intercambio de personalidades con su antagonista, el profesor Van Helsing.

A pesar de un discreto palmarés en los Oscars (cuatro nominaciones de las cuales ganó las de mejor maquillaje, vestuario y edición de sonido) y una recepción controvertida, la película obtuvo un notable éxito en taquilla y devolvió a su director no solo el crédito artístico perdido en los últimos años, sino también una estabilidad económica mermada después de numerosos fracasos comerciales. Vilipendiada por los más acérrimos seguidores de la novela, apasionada hasta la incoherencia e irregular en su desarrollo, detrás de la cámara se intuye en todo momento la megalomanía de un visionario amante del cine. No cabe duda de que Drácula, de Bram Stoker es ante todo el Drácula de Francis Ford Coppola.
Keichi
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
RavenHeart
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow