Sergio Castellito (“Libero Burro”, “No te Muevas”…) firma la dirección de este melodrama basado en la novela de Margaret Mazzantini que le abriera las puertas a festivales como Toronto o San Sebastián, por donde ha sido recibido con más pena que gloria por público y crítica.

La película se asienta sobre dos pilares argumentales, la relación entre una joven que viaja a Sarajevo y un fotógrafo americano que allí conoce y con el que no tarda en establecer una tortuosa relación y la imperiosa necesidad de maternidad de la misma joven. Amor, pérdida, sueños y decepciones tras el telón de la guerra de los Balcanes, las heridas en cuerpo y alma que deja el conflicto bélico y aquellas producidas por el amor y sus tempestades.

Pese a lo desgarrado de los acontecimientos y emociones narradas a lo largo de su (excesivo) metraje, el guión se tambalea en demasiadas ocasiones generando demasiadas situaciones inverosímiles y más de un momento de escenas involuntariamente cómicas que hacen perder verdad a una historia ya de por sí rocambolesca.
La corrección técnica en su puesta en escena y una interpretación más que aceptable por parte de su pareja protagonista, interpretada por Emile Hirsch (“Hacia Rutas Salvajes”, “Destino:Woodstock”…) y Penélope Cruz (que también protagonizó otra obra –más efectiva- de este director, “No te muevas”) intenta salvar la película, pero sucumbe la impresión global por el lastre de su desestructurado y cojo guión que la relega a un melodrama más vulgar de lo pretendido.

No obstante no aburre demasiado e incluso entretiene a ratos sin llegar a emocionar ni atrapar al espectador en una trama que necesitaba estar mejor planteada para resultar creíble. Prescindible.

-Enoch-
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