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Voto de Daverunner:
7
Cine negro. Intriga. Drama Un buscavidas manipulador (Bradley Cooper) se alía con una psiquiatra tan embaucadora como él (Cate Blanchett) para timar a los ricos de la sociedad neoyorquina de los años 40. Nueva adaptación de la novela de William Lindsay Gresham, llevado al cine con anterioridad por Edmund Goulding en 1947.
24 de marzo de 2022
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Combinando el cine negro con el drama psicológico, Guillermo del Toro pone sobre el tapete todos los ingredientes que conforman su universo cinematográfico. Porque, aunque no nos encontremos ante una película fantástica -ese es medio en el que mejor se mueve este director- hay elementos del mismo en su último trabajo. Especialmente en la primera parte, quizá la más interesante, la más bizarra y que cuenta con una galería muy nutrida de personajes secundarios -Dafoe y Strathairn me parecen lo mejor del filme-.

Esa primera mitad de la película es visualmente portentosa y quizá, al menos en mi caso, es la que más engancha al espectador. El mundo del circo, con tantas vidas errantes, rotas y sin futuro que deambulan de ciudad en ciudad sorteando en muchos casos a la justicia, está representado a la perfección y se exhibe de una forma muy tenebrosa, sucia y viciada. Y ese vicio, que parece llevar en su esencia el protagonista -un notable Bradley Cooper- enlaza con la segunda mitad.

Es ahí donde Del Toro cambia el frasco de tinta y juega al cine negro. Y es aquí donde me voy desenganchando de la película. No consigo conectar con esta parte, no me creo el papel de Cate Blanchett, ni entiendo su propósito en la trama. Y a la vez, como este director impregna sus trabajos de tanta potencia visual, me encuentro con las escenas más brutales y violentas que hacen que siga con cierta expectación hasta el final. Pero para mí, como espectador, ya es demasiado tarde. Esa segunda parte del filme me parece ciertamente tediosa, excesivamente alargada.

La oscuridad reina por completo en toda la obra. No únicamente a nivel conceptual, con unos sujetos que, por los azares de la vida o por su avaricia deshumanizada intentan sobrevivir sin importarles las vidas que tienen alrededor, sino desde el punto de vista estético. El manejo que Del Toro hace de esa oscuridad y que esta impregna al filme, predispone al espectador para que éste baje a los infiernos que transitan todos los personajes que aparecen en la trama.

No puedo decir que sea una película mala, para nada, es la visión que el director de Hellboy o La forma del agua quería dar a la novela de William Lindsay Gresham. Que no haya entrado yo en esa propuesta es cosa mía. Me quedo con esa primera parte en la que el autor sitúa todas sus obsesiones cinematográficas. Y éstas, siendo Guillermo del Toro uno de los cineastas más interesantes en la actualidad, merecen todo el respeto y para quien no haya visto el filme, la oportunidad de al menos un visionado.

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Daverunner
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