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Voto de Daverunner:
9
Bélico. Drama Biografía del general norteamericano George S. Patton, quien, tras vencer al mariscal alemán Rommel en el norte de África, condujo a sus tropas de manera imparable a través de Europa. (FILMAFFINITY)
31 de agosto de 2021
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Patton es un prodigio. Sus casi tres horas de duración se ven con muchísimo interés, no hay ningún momento de bajón en el ritmo de la misma y la transición entre las campañas en las que participó el general no alteran la continuidad en el relato. Las escenas bélicas son perfectas, al igual que la producción, con unas localizaciones que se sitúan en Almería -recreando Sicilia- o Segovia -recreando Las Ardenas- entre otros lugares escogidos para el rodaje.

Odiado, amado y temido, tanto por parte de sus hombres como de sus rivales, George Patton fue un hombre de otro tiempo. Admirador de los antiguos generales romanos, era un estudioso de todas las campañas que se habían llevado a cabo a lo largo de la historia. Era un hombre que vivía por y para la guerra, un profesional del conflicto bélico por así decirlo. Y ahí radicaba su éxito.

No dudaba y no aceptaba la duda entre sus hombres como anticipa en el fabuloso prólogo que nos anunciaba la personalidad de este hombre. Asimismo, era un visionario, ya que antes de terminar la II Guerra Mundial vio como la URSS era el enemigo a batir y así se lo dijo a sus superiores, instándoles a luchar contra los comunistas justo al terminar la guerra, aprovechando que el ejército norteamericano estaba en Europa y ante el peligro que suponía el dejar media parte del continente a esa bestia llamada Stalin.

La elección de George C. Scott para dar vida a Patton fue perfecta. Ambos vivían por y para su profesión. Sin guerra, sin conflicto militar, el general no era nadie, así lo dice en varios momentos de la película. Lo único que le daba sentido a su vida era la guerra ya que, en sus propias palabras, consideraba la vida civil demasiado aburrida. Por su parte, el actor necesitaba el cine para vivir. La interpretación era lo único que le alejaba del alcohol, adicción en la que recayó varias veces y de la que solamente podía escapar cuando estaba inmerso en un proyecto, ya fuera de cine o teatro.

George C. Scott se introduce en el personaje histórico y refleja los vaivenes de su personalidad. Sabedor de la valía del general para el ejército pero a la vez, de la poca simpatía que despertaba entre el alto mando y los congresistas norteamericanos, la tristeza y la soberbia circulan por el rostro del actor.

Hay una escena portentosa en un hospital de campaña. En la misma, Patton revela su humanidad al entregar una de sus medallas y rezar al lado de un soldado que está moribundo para medio minuto después, estallar de ira frente a un soldado que sufría un ataque de nervios por los bombardeos que sufrían diariamente. En todos esos fotogramas, Scott demuestra la clase de actor que era.

Mención aparte merecen el siempre notable Karl Malden, como el general Bradley -el guión está basado en sus memorias- y la banda sonora de Jerry Goldsmith, que recuerda en muchos momentos a las marchas militares. Una BSO aparentemente sencilla, pero que acompaña a la perfección, tanto en los momentos de mayor tensión como en aquellos más dramáticos.

Patton es una obra maestra que arrasó en los Oscar de 1970, ganando 7 premios, entre ellos el de mejor película, director, actor y guion. Un triunfo del cine bélico que hacía justicia con un personaje extremadamente importante dentro del siglo XX. Su calidad cinematográfica y su rigor histórico hicieron que en el año 2003, la biblioteca del Congreso Estadounidense la considerase culturalmente importante conservando varias copias en el Registro Nacional de Filmes estadounidense. Es una master piece que merece mucho la pena.

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Daverunner
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