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6,6
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1.042
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Voto de RealModric:
5
2017
Álex Pina (Creador), Jesús Colmenar ...
6,9
35.826
Serie de TV. Thriller. Intriga. Acción
Serie de TV (2017-2021). 5 temporadas. Un misterioso personaje, que se hace llamar "El Profesor", planea el mayor de los atracos jamás ideado. Para llevar a cabo el ambicioso plan, recluta a una banda formada por personas con ciertas cualidades y algo en común: no tienen nada que perder. El objetivo es atracar la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre, con la intención de quedarse encerrados dentro con una misión muy concreta: no robar ... [+]
12 de abril de 2020
12 de 15 usuarios han encontrado esta crítica útil
Es irónico que esta serie que habla de acabar con el sistema (de manera falsa y tramposa) haya decidido continuar una historia a la que se le había dado un buen cierre para destruirla por completo. Marketing puro y duro, hipocresía y propaganda.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Esta serie acaba con la muerte de Berlín, que no en vano es el mejor personaje de todos. Una interpretación excelente. El atraco a La casa de papel (moneda) ha terminado. Si queréis seguir exprimiendo a la gallina de los huevos de oro, haced una secuela y no os caguéis en la historia original. Los flashbacks en los que precisamente vuelve a aparecer Berlín son los pocos momentos rescatables de esta fatídica segunda parte (la escena inicial con Palermo del último capítulo de la 4ta temporada... sublime)
El cierre de la segunda temporada me resulta algo forzado por momentos (el rescate de Tokio y su entrada... “triunfal” con la moto, el tiroteo durante la fuga (bastante ridículo)…) pero lo compro. Lo compro porque a pesar de lo enrevesado que puede llegar a ser la trama por momentos, puede seguir sosteniéndose. Porque es original y se ve cuidada. No sería justo que eso pesara más que el resto de la historia.
Pero esta “segunda parte”...
Resulta que Rio y Tokio cumplen su sueño de ser asquerosamente ricos en una isla paradisíaca... Pero al poco tiempo ella se cansa de él... Quiere probar cosas nuevas. Y él está harto de la gastronomía de los aborígenes. Quieren irse. Y entonces Rio saca un walkie-talkie del bolsillo mágico de Doraemon... Y les cazan.
Y a partir de aquí el tufillo posmoprogre propio de Netflix invade prácticamente cada escena. No falta ni un solo punto del manual. Polis malos. Nosotros criminales buenos. Robin Hoods. La Resistencia. Robamos para acabar con la pobreza del mundo, ayudar a los niños desfavorecidos... Ah no, nada de eso. Pero da igual. Los polis quieren evitar que seamos felices, ellos son los malos.
Empiezan a salir de debajo de las piedras nuevos miembros de la banda, ya prácticamente tienen cubierto el globo terráqueo con nombres de todas las regiones del mundo. Y mientras tanto Nairobi sigue evangelizando cada vez que aparece en pantalla. Todo cobra sentido cuando te enteras de que en el guión original este personaje no existía.
Y lo peor no es que esta continuación sea basura... ¿Cómo cargarte la historia original en apenas un par de escenas? Dejando patente que, a la vez que estaban ideando el plan para asaltar La Casa de la Moneda, con sus múltiples escenarios y contratiempos pensados... También querían asaltar El Banco de España!! La credibilidad a tomar por culo. Y no sólo eso. El personaje de El Profesor, otra gran actuación, queda manchado. Manchado porque la idea original del asalto a La Casa de la Moneda surge como homenaje a su padre. El Profesor vive por honrar la memoria de la persona que robaba y se jugaba la vida para pagar el tratamiento de su hijo, cosa que moralmente puedes ver lícita o no, pero te metes en la piel del personaje y puedes comprender su motivación más allá de pensar lo opuesto... Pero ahora... Ahora roba por vicio! Dónde quedó esa profunda convicción? Ahora eres un criminal por gusto? Qué pena.
La degeneración de otros personajes también es lamentable: la inspectora convertida en una criminal, Tokio en una ninfómana perturbada, Denver en un tipo violento y desquiciado, ARTURO EN UN VIOLADOR (esto es absolutamente innecesario)… En fin, lo peor de la serie es que aún con todo esto, todavía va a continuar...
El cierre de la segunda temporada me resulta algo forzado por momentos (el rescate de Tokio y su entrada... “triunfal” con la moto, el tiroteo durante la fuga (bastante ridículo)…) pero lo compro. Lo compro porque a pesar de lo enrevesado que puede llegar a ser la trama por momentos, puede seguir sosteniéndose. Porque es original y se ve cuidada. No sería justo que eso pesara más que el resto de la historia.
Pero esta “segunda parte”...
Resulta que Rio y Tokio cumplen su sueño de ser asquerosamente ricos en una isla paradisíaca... Pero al poco tiempo ella se cansa de él... Quiere probar cosas nuevas. Y él está harto de la gastronomía de los aborígenes. Quieren irse. Y entonces Rio saca un walkie-talkie del bolsillo mágico de Doraemon... Y les cazan.
Y a partir de aquí el tufillo posmoprogre propio de Netflix invade prácticamente cada escena. No falta ni un solo punto del manual. Polis malos. Nosotros criminales buenos. Robin Hoods. La Resistencia. Robamos para acabar con la pobreza del mundo, ayudar a los niños desfavorecidos... Ah no, nada de eso. Pero da igual. Los polis quieren evitar que seamos felices, ellos son los malos.
Empiezan a salir de debajo de las piedras nuevos miembros de la banda, ya prácticamente tienen cubierto el globo terráqueo con nombres de todas las regiones del mundo. Y mientras tanto Nairobi sigue evangelizando cada vez que aparece en pantalla. Todo cobra sentido cuando te enteras de que en el guión original este personaje no existía.
Y lo peor no es que esta continuación sea basura... ¿Cómo cargarte la historia original en apenas un par de escenas? Dejando patente que, a la vez que estaban ideando el plan para asaltar La Casa de la Moneda, con sus múltiples escenarios y contratiempos pensados... También querían asaltar El Banco de España!! La credibilidad a tomar por culo. Y no sólo eso. El personaje de El Profesor, otra gran actuación, queda manchado. Manchado porque la idea original del asalto a La Casa de la Moneda surge como homenaje a su padre. El Profesor vive por honrar la memoria de la persona que robaba y se jugaba la vida para pagar el tratamiento de su hijo, cosa que moralmente puedes ver lícita o no, pero te metes en la piel del personaje y puedes comprender su motivación más allá de pensar lo opuesto... Pero ahora... Ahora roba por vicio! Dónde quedó esa profunda convicción? Ahora eres un criminal por gusto? Qué pena.
La degeneración de otros personajes también es lamentable: la inspectora convertida en una criminal, Tokio en una ninfómana perturbada, Denver en un tipo violento y desquiciado, ARTURO EN UN VIOLADOR (esto es absolutamente innecesario)… En fin, lo peor de la serie es que aún con todo esto, todavía va a continuar...