Soy un gran fan de las películas del Studio Ghibli, en especial de las del maestro Miyazaki, y esta es sin duda mi favorita. Divido el cine de Ghibli en dos ramas principales: hay películas más infantiles (Totoro, Ponyo) y otras más serias (Mononoke, Porco Rosso). Pues de lo que yo llamo la rama infantil, esta se lleva la palma. Ponyo también es impresionante, pero aún es reciente.

En el caso de Totoro, vemos una película que tiene ya 25 años de historia, y que ha envejecido a la perfección. Al verla, uno tiene la impresión de estar viendo una película actual. Además, contiene algunas escenas clásicas, casi icónicas, que quedan en la memoria para siempre. A eso hay que añadirle la impresionante banda sonora, que cuadra a la perfección y le da a la película un ambiente alegre, con lo que uno pasa un muy buen rato.

Por último, el hecho de que sea tan corta permite que no se haga pesada en ningún momento. Es totalmente recomendable para niños y adultos de todas las edades. Una buena película para regalar en navidades a tus parientes más jóvenes, en vez de tanto Disney (también me encantan, pero hay que variar ;))