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Voto de antonio lopez herraiz:
9
6,0
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Comedia
Navin Johnson es un chico ingenuo que, al cumplir 18 años, decide recorrer mundo y se instala en Saint Louis. Pero todo el mundo se aprovecha de él, hasta que un invento le hace ganar una fortuna. (FILMAFFINITY)
6 de marzo de 2024
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Si nos fiamos de la palabra de Roger Vadim y Dios creó a la mujer, con Steve Martin habría que adjudicarle ese honor repartiéndolo al teatro de variedades, la televisión -bien como guionista o invitando recurrente- y los espectáculos de magia en Disneyland antes de que Frank Oz -vía los teleñecos- o Carl Reiner, por primera vez como protagonista, le diesen el empujón a la pantalla a este ex profesor, intelectual de andar por casa, músico y escritor destinado a hacer que la sonrisa de un duende travieso y un pelo prematuramente gris puedan conjugarse (aquí y hasta la fecha) en el héroe americano noble, de buen corazón pero gafado, digno de Frank Capra en la personalidad histérica de un enajenado mental a través de un repertorio de convulsiones y muecas que Martin hace compatibles con el sambenito de buenazo arropado por premisas absurdas asumibles, 30 o 40 años atrás, por Buster Keaton o Harold Lloyd. Harina de otro costal es que 10, 20 o 30 años después los Paul Reubens con pajarita, el "adolescente" Tom Hanks, casi cualquier ejemplo de Adam Sandler, el Joe Dirt de David Spade e incluso un virginal cuarentón Steve Carell, tomasen ejemplo de aventureros "coming of age a la mediana edad" participando del mismo espíritu burlón trufado -oich, qué ganas tenía de emplear esa palabreja- de situaciones y una fauna de personajes tan extravagantes como él (eso incluye al propio Carl Reiner tratando de fijar la mirada en un solo punto detrás y delante de la cámara) o una Bernadette Peters que enamoraba a las piedras quemando con Martin la pista de baile. Las aptitudes marciales de Martin en 1979 son, por descontado tan graciosas y tan deliberadamente cuestionables como 20 años después formando equipo letal con Eddie Murphy.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Y así, Steve Martin se creó a sí mismo, hablándonos de sus raíces como un niño negro y pobre que se crió en el Mississipi que necesita romper el cascarón, descubrir el mundo exterior y conocer al hombre blanco, no dejarse matar por M. Emmet Walsh en modo Elmer Fudd, ser feriante de circo, descubrir para qué sirve su "objeto especial" que esconde entre las piernas e inventar las gafas antideslizantes. Todo esto sin separarse de comemierda, su ¿leal? amigo de cuatro patas.
Si Mark Twain se hubiese dedicado a dirigir películas en la segunda mitad del siglo XX no le habrían cundido tanto noventa minutos como a Carl Reiner.
Si Mark Twain se hubiese dedicado a dirigir películas en la segunda mitad del siglo XX no le habrían cundido tanto noventa minutos como a Carl Reiner.