No nos engañemos, esta película no es una obra maestra que te llenará de asombro ni admiración, ni digna de Oscars u otros premios, etc, etc.

Sin embargo, como comedia, es perfecta.
Cumple su objetivo, que es hacer reir y hacer pasar un buen rato.
Ideal para cuando estás deprimido o necesitas evadirte de la vida real y sus problemas y complicaciones.

Es fácil, simple, inofensiva, feliz, sin grandes pretensiones, repleta de humor, con personajes variopintos y situaciones alocadas y surrealistas, muy originales.

Para colmo, es un conjunto de historias entrelazadas, hecho que logra mantener el interés mucho más fácilmente que si nos mostraran constantemente una sola historia.

El reparto está muy bien, y en mi opinión todos actúan muy bien en su papel.
Leyendo otras críticas veo que algunos dicen que si Rowan Atkinson no es gracioso de Mr. Bean (en esta peli hace de tio raro, que da pié a situaciones cómicas, más que hacer gracia en sí mismo), que si John Cleese está "sobreactuadísimo" (yo lo veo perfecto en su papel de millonario excéntrico), en fin, pienso que la gente es super puntillosa con una peli que realmente es: una comedia blanca. Por dios, que no es el Padrino, aquí se viene a reir, no a observar "la depurada técnica de actuación de tal y cual".


La vi en el cine en el año 2001, y más de 20 años después, la sigo viendo de vez en cuando y disfrutando.
La recomiendo a todo el mundo que quiera ver una comedia sin más pretensiones que relajarse, disfrutar y reirse.