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Voto de Cinemagavia:
7
Drama Cassandre (Adèle Exarchopoulos) es azafata de vuelo en una compañía low-cost. Siempre dispuesta a hacer horas extra, vive al día, sumando vuelos y fiestas, fiel a su apodo en Tinder: Carpe Diem. Hasta que un percance le obliga a regresar a casa, y entonces se tendrá que enfrentar a todo aquello que estaba evitando. ¿Conseguirá Cassandre reconectar con los que ha dejado en tierra?
26 de julio de 2022
16 de 23 usuarios han encontrado esta crítica útil
Adèle Exarchopoulos se perfila como una de las mejores actrices del momento. Inmediatamente después de una de las interpretaciones más simpáticas y divertidas del año 2020 en Mandíbulas, cambia ahora completamente de registro para interpretar a un personaje tranquilo, dolorido y extremadamente solitario, desesperado por no aprovechar o incluso reconocer sus sentimientos. Está presente en cada escena y fotograma con una naturalidad que muy pocos actores logran.

*Metáfora generacional

Los millennial son los que más se ven afectados por la desilusión vacía de la era actual. Si la revolución digital ha brindado oportunidades al crear nuevas profesiones que nunca antes existían, al mismo tiempo ha hecho que la precariedad se extienda como la pólvora por todos los campos. Los trabajos se pueden ir tan fácilmente como vienen, al igual que las conexiones humanas. La juventud actual existe sin previsibilidad ni seguridad, tanto desde el punto de vista material como psicológico.

Las imágenes de la cámara no se quejan ni explican las causas del estado de cosas de la sociedad, simplemente proporcionan una instantánea auténtica de la generación de Low Cost, atrapada entre el frenesí de la globalización y la alienación de la interacción social. Todos nos hemos convertido en coleccionistas de experiencias, viajamos incesantemente, compartimos fotos en las redes sociales, participamos en relatos rápidos y, al final del día, todo lo que queda son esperanzas rotas y una sensación de vacío.

A medida que los espectadores descubren más de la historia personal de Cassandre, la metáfora generacional adquiere más profundidad emocional. A medida que avanza la narración, la película intenta desmantelar las constricciones de actitudes codificadas que pertenecen tanto a las profesiones que requieren un comportamiento estandarizado detrás de un uniforme, como a los actores que abandonan su identidad para dar vida a otras existencias. Contemplamos así las similitudes de ambas profesiones: actriz y azafata de vuelo.

*Enfoque cinéma-vérité

La fotografía es tan granulosa e indefinida como la actitud de Cassandre. Las imágenes con abundancia de primeros planos se sienten como una mezcla de obra artística de videoarte y una historia de redes sociales que retrata la industria de servicios de la cultura pop las 24 horas, los 7 días de la semana con un toque de documental. Julie Lecoustre y Emmanuel Marre adoptan el enfoque cinéma-vérité para transmitir un estado de ánimo, entrelazándolo con la alegoría de la azafata que vaga de un país a otro en busca de sí misma.

El director de fotografía Olivier Boonjing sobresale con las imágenes frías del aeropuerto donde contrastan los colores más cálidos de la ciudad natal de Cassandra. Fue filmado como un documental, sin grabaciones de estudio y durante vuelos reales. El equipo es pequeño y aparte de Adèle Exarchopoulos (que fue entrenada por las aerolíneas) apenas hay un solo actor profesional.

A destacar cierta hipnosis visual, cuando Cassandre y varias otras mujeres (predominantemente) están siendo preparadas para ser jefes de cabina. Una toma estática de cuatro minutos nos muestra a cada uno de ellos mirando directamente a la cámara, recitando un saludo a sus pasajeros y luego mirando, sonriendo durante 30 segundos ininterrumpidos. Si algunos de los gestos de las mujeres se consideran mediocres y no transmiten simpatía, entonces son interrogados por su gerente. A pesar de tener la estética de un video de entrenamiento, estas escenas tienen su propia calidad fascinante que te obliga a observar los detalles más finos.

Las codirectoras/guionistas Julie Lecoustre y Emmanuelle Mare, junto con el director de fotografía Olivier Boonjing, crean un mundo de aburrimiento inherente. Se siente como si todo, incluido el aire libre, estuviera bajo los fluorescentes de la cultura corporativa. Las tomas más llamativas tienden a ser de Cassandre alejándose de los apartamentos provistos por la compañía y haciendo rodar su siempre presente maleta, como si fuera un peso extra tanto emocional como físico. En las calles, Cassandre está en primer plano, empequeñecida por todo lo que la rodea.

*Conclusión

Generación Low Cost es una película sobre la soledad, la sensación de pérdida y el dolor. Es un retrato amargo pero perfecto de una generación y de cierta parte -grande, por desgracia- del mundo del trabajo. Pero también es una película que comunica esperanza, porque una salida es posible y pasa inevitablemente por la aceptación de la realidad. Extravagante, divertida, fresca, conmovedora, Generación Low Cost emociona al final con su melancolía y gran humanidad.
Cinemagavia
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