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Voto de Sirah Wiedemann:
6
Thriller. Drama Anna Fritz, una joven y famosa actriz de cine, es hallada muerta en la suite de un hotel. Pau trabaja como celador en el hospital a donde han trasladado el cadáver. Es un chico tímido e introvertido que cada vez que entra en el depósito el cadáver de una chica atractiva, no puede evitar mirarla. Hace una foto a Anna Fritz y se la envía a dos amigos. Cuando éstos llegan a la morgue, se quedan fascinados por su gran belleza. Deciden ... [+]
12 de julio de 2016
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Claustrofóbica, sombría y efectista. De ésta, y muchas más formas, podría calificarse la obra con la que Hernàndez Vicens se estrenó como debutante en el largometraje que presentó en Sitges el año pasado.

El descenso al infierno, mental y emocional, de Pau y sus amigos es el inicio de un deambular asfixiante para el espectador. Aunque el guión no presagie una buena historia durante los primeros minutos, el director consigue endilgarnos un plato suculento tras haber abierto nuestro apetito con unos canapés algo ligeros para el paladar. Desde aquí, la visita a lo más ruin que habita en cada uno de nosotros entrará en conflicto según la lógica y ética aplicables. Sin una tregua temporal que invite a una reflexión pausada durante el visionado, la senda irracional y visceral que nos arrastra tras las huellas de los protagonistas se torna en un personal ejercicio de introspección. Al margen de los propósitos éticos por los que nos lleva el director, la efectista dramatización de unos hechos que pululan en torno a cuestiones de hondo calado primigenio manifiestan lo indeleble que puede llegar a ser la existencia humana. Rasgo que alcanza su máxima expresión en el final que cierra la historia.

Contando con unas actuaciones correctas, el auténtico tour de force interpretativo lo gana el personaje invitado a “la fiesta”. A pesar de poseer una estética austera a la que se le presupone un presupuesto reducido, Hernàndez Vicens logra precisamente hacer de esos escenarios cerrados y lóbregos un signo distintivo que se mimetiza con el tono de la cinta. Todo ello, sumado al ingenioso guión y una música electrizante, hacen de “El cadávez de Anna Fritz” un film con numerosas virtudes y algún que otro aspecto a depurar en los siguientes trabajos de su director. Pero, a fin de cuentas, estamos ante una película disfrutable que a nadie debería dejar indiferente.

Lo mejor: la oscura ambigüedad que encierra el mensaje final, los límites interpretativos de unos personajes que están a merced de un maquiavélico guión y la tensión que no cesa hasta el último segundo. Apunte: gustará, sin ápice de dudas, a todos aquéllos que disfrutaron con “Perros de paja”, con la que comparte ciertos paralelismos en forma y, fundamentalmente, contenido.

Lo peor: alguna interpretación masculina, que puede lastrar en algún momento de la cinta el ambiente sórdido que ésta intenta reflejar, y ciertos aspectos técnicos a mejorar (especialmente en el apartado sonoro).
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Sirah Wiedemann
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