El cortometraje prometía pero su protagonista (en especial) Chema Ponze realizo un pésimo papel, sobreactuado en todo momento, perdido en tan poca cosa y demostrando ser demasiado novato en esto del cine, por no hablar de su director que sencillamente no merece ni mención ante tan esperpéntica puesta en escena, creo que el único que se salva es Eduardo García ya que el papel de Alaska es casi inexistente. Pese a tener un hilo interesante e imaginativo no termina de desarrollarse y acaba por usar dos títulos de película para explicar sus intenciones copiando otros films como 'Plan 9' y 'La invasión de los ultracuerpos', Plan 9 por ejemplo (la peor de las dos) era realmente una Serie B tirando a Z por lo mal rodada que estaba y los paupérrimos recursos utilizados pero que nos contaba una historia original y que además tenia dos afamados actores principales, puras leyendas del genero de terror, por el contrario este microfilm carece de originalidad, no tiene buenos actores y le sobran las referencias a otros films pues a mi modo de entender el cine, en este caso todos estos guiños no ayudan si no más que a enmascarar la falta de creatividad enorme que profesa Daniel Moreno, en ningún momento está a la altura de ninguno de estos films anteriormente mencionados pues al final acaba destapándose la caja de los truenos y descubrimos que lo único original en este cortometraje es la faceta que Sara Clockwork y el protagonista comparten, tocar ese particular instrumento y generar frecuencias molestas o placenteras.

El corto no llega ni a flojear porque es malo, es una pena porque Alaska era un buen aliciente en él, el guion que se coge con pinzas y su puesta en escena es de aprendiz amateur y que al final esto ultimo es lo que termina por tumbar este cortometraje venido a menos.