Fausto de Murnau es realmente una obra brillante. Desde su inicio se puede captar la gran maestría para crear una atmósfera agobiante y cuidada en cada detalle, con una fotografía y efectos especiales impecables. La película tiene grandes implicaciones y metáforas a la vida del ser humano, como esa constante búsqueda de la perfección, la juventud y la fama, que lleva a las personas a los mas terribles acciones incluso exponiendo su propia integridad. Esa búsqueda del conocimiento eterno y como los científicos se debaten constantemente entre el bien y el mal. La falta de solidaridad con el desvalido. También nos muestra como el amor hacia alguien puede derrumbarnos todas nuestros conceptos y prejuicios y dejarlo todo por el afecto y el amor hacia alguien. En un concepto personal, que no le quita mucho a la película, la historia decae después de la mitad de la película con la aparición de Gretchen. Una película magistral digna de un gran director y cuyas implicaciones en la historia del cine son inmensas y ojala algún día se retomen estos caminos que ahora parecen perdidos.