Haz click aquí para copiar la URL
Argentina Argentina · Buenos Aires
Voto de Federico Furzan:
7
Comedia. Thriller. Terror Desesperado por conseguir nuevos "followers", Kurt Kunkle es el conductor de un Uber que ha ingeniado un plan mortífero para hacerse viral. (FILMAFFINITY)
5 de octubre de 2020
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una de las prácticas más absurdas que he visto en el cine, y no necesariamente en la era moderna, es cuando a una película se le acusa de ser peligrosa Vayan a Google, busquen “películas peligrosas” y se encontrarán varios argumentos para esta calificación. Si bien en algunos casos, el efecto es literal (pensemos en Jaws y su efecto en la industrial del turismo), en otros la consecuencia apunta a lo que sus espectadores pueden hacer después de ver la película.

Se trata de la misma discusión de cómo el arte puede ejercer influencia, y hasta dónde el mismo puede ser el disparador o la ayuda.

Yo no creo en eso. Creo que son excusas que arrojan algunos supuestos conocedores del tema para hacernos desviar la mirada del verdadero problema. ¿O es que ustedes creen que lo que ocurrió en Columbine fue un efecto directo de la música de Marilyn Manson?

Spree es una película que navega en un territorio de ficción extrema, pero nunca niega la realidad en la que se desenvuelve. Estamos hablando de un chico que quiere ser un influencer y no lo logra. Ha intentado todo y no puede ganar seguidores. Piensen en cuántas personas se encuentran en la misma situación hoy.

El salto que Spree da en su temática la ubica en el terreno del horror cuanto Kurt decide intentar algo no visto antes. Su última transmisión en una red social incluirá todo tipo de actos criminales. Así se inicia una frenética noche en la que cualquier cosa puede pasar con un psicópata en pleno proceso de salir de la cúpula que lo limita. Acá los límites no existen.

Cine peligroso. Una frase que no suele decirse a menos que hablemos de la película que está en boca de todo el mundo y que se atreve a hacer algo distinto. Joker es un magnífico ejemplo de una industria que no quiere abrir los ojos y divisar el verdadero problema.

Pensemos en Spree, la película que materializa los deseos de un joven modelado por nuestra actualidad, quien piensa que para ser el mejor debe hacer lo prohibido. Al menos quiere intentarlo. El suyo es un llamado de ayuda que nadie escucha. Quizás estoy otorgando un rasgo psicológico a Spree cuando es una película que no proyecta eso. Pero es imposible dejar de pensar en eso que hace Kurt, y sobre todo, en lo que sus seguidores hacen en el tercer acto de la película.

La película es un vehículo acelerado de tensión, sorpresas y mucha violencia. Muchos la catalogarán de show barato y poco lógico. Pero el valor que la película esconde detrás de esa fanfarria de orgullo apunta más hacia los límites que se borran en una sociedad tecnológicamente dominada. Es una película que no para y no termina de definir su final. En otra ocasión hubiésemos acusado al guión de estar incompleto. Pero esta vez no es así.

Spree es un “found footage” rotundo e inteligente que por medio de una actuación soberbia nos permite ver la concepción del asesino potencial que también es producto de una era en la que la influencia es un término peligroso.

**** Originalmente publicada en https://cinelipsis.com/ ****
Federico Furzan
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow