Quizás, y sólo digo quizás, si no me hubiera conmovido tanto la historia, con la mano del director y la honestidad que nos muestra en ella, la hubiese dejado en siete estrellas, que no está nada mal.
Pero es que The Wresler (El luchador) tiene tres cosas que la hacen, si no una película sublime, una cinta muy a tener en cuenta de los últimos años. Vamos, que sobresaliente. Sobre todo destaco sus interpretaciones y la dirección de ella. Mikki Rourke resurge de sus cenizas y no encuentra mejor metáfora a su vida real, que esta historia que nos vuelve a contar otra historia de perdedores. El semblante, la frialdad, la dureza, el pesimismo, la redención, y sobre todo el sufrimiento, ejemplifican la interpretación de Oscar del Rourke. No sé, si ha sido injusto el no reconocimiento a su interpretación, (solo nominación), pero vamos, que deja huella su paso por la película. Por su parte, una de las actrices secundonas del panorama Hollywoodiense, y digo lo de secundona, porque no está en primera fila ni mediáticamente, ni tampoco en las obsesiones preferidas de los críticos. Hablo de Marisa Tomei. Una actriz simplemente como la copa de un pino.
Y sobre todo me ha gustado la puesta en escena de El luchador. Desde la primera toma hasta la última, se mezcla con un formato casi documental que contiene una atmósfera fría y casi por momentos perturbadora, y sobre todo, con el paso de los minutos conserva su realidad. Es muy real, no tiene ni un solo momento de pegostes y fantasmadas.
La cinta tiene tópicos pero la verdad que los esconde a las mil maravillas, y si los muestra, no se obsesiona con ellos. La verdad que la escena de Rourke con su hija a la orilla del mar, dónde él le dice a ella de que es "una carne vieja", cuando vi el thriller pensé que sería uno de los momentos cumbres de ella, casi el desenlace de la historia. Pero no, sólo se trataba una escena a medio camino otra vez para la búsqueda de la redención. Quizás la historia no tenga un guión del todo redondo, pero que está bien plasmado visualmente.
The Wrestler te deja con una sensación de incertidumbre con un final demasiado triste. Desolador. Y con esto no os estoy diciendo nada.