Para mi esto no es más que la historia de un calentón entre cincuentones. Ella está harta de la vida que lleva, es algo neurótica y, sobre todo, tiene la libido a cien por hora. Él, un aspirante a aventurero que se quedó en fotógrafo, y que ya que pasa por allí pues no le viene mal el tema. La química entre ambos es nula. Las caras de cartón de Eastwood mejor sin comentarios. El devenir de la "relación" (cuatro días) con broncas, celos y dudas incluidas parece de quinceañeros con las hormonas revueltas.

Es tan lenta que desespera. Encima lo de los flashback con los inanes comentarios de los hijos y la pseudo narración al hilo son de juzgado de guardia. Sólo se salva una de las últimas escenas y poco más.

La he visto más que nada para tener la certeza de lo que ya intuia: un tostoncillo almibarado más. Porque no me ha sorprendido en absoluto.