Acostumbrado a las series españolas de tipo familiar, comedias absurdas o series de policias y médicos donde todos los personajes tienen una alto porcentaje de gafes (y no digo que sean malas, estoy enganchado a varias de ellas), esta serie sorprende sobremanera.
Sorprende especialmente el cuidado que han puesto en todos los detalles.
Un escenario espectacular, tanto el edificio del internado como los paisajes de los alrededores.
Actores veteranos de calidad cambiando sus roles típicos por otros mucho más serios
Cantidad de caras nuevas, que aun notando su inexperiencia ante las cámaras, ofrecen una gran interpretación.
Un guión trabajado hasta la última línea, con pistas desperdigadas para dar emoción, pero sin darte la oportunidad de adelantarte a los acontecimientos y estropear la sorpresa.
Todo ello encajado en un gran puzzle que engancha desde el principio, y te deja el buen sabor de ser producto nacional.