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Voto de vinchenzo:
7
24 de octubre de 2012
4 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
El inexorable porvenir de la vida humana. El dolor, la felicidad, se entremezclan en una misma trama. Nada o pareciese que nada conlleva un transfondo. La vida fluye y el tiempo no se detiene. Todo crea y a la vez destruye. Todo florece y a la vez desaparece.
Creemos conocer la lógica que reina a la vida, pero es solo un espejismo.
Toda realidad es un punto de vista. La objetividad muere y decae en las páginas blancas manchadas por letras de un libro en cuya tapa aparece el título “Historia” pero no “Historias de vida”.
Es a partir de aquí donde germina la semilla de este film cálidamente filmado por Van Groeningen (basada en la novela autobiográfica de Dimitri Verhulst)
Film espeso, de relieves y grietas en su construcción dramática, nos invita a contemplar la vida como un mapa plagado de personajes y momentos.
Su sutil pero a la vez directa narración construida a partir de cambios de temporalidad cronológica nos adentran en dos períodos fundamentales de construcción de identidad del ser humano: la niñez y la adultez.
Nuestro protagonista, Gunther, circula por estos dos ejes temporales. La ciudad de Flandes en los 70´ y la moderna actualidad. Trazos de anécdotas, hechos y souvenirs nos muestran una historia de vida particular y lejana para algunos (la cultura belga) pero universalmente cercana, universalmente humana.
De ahí es donde radica su belleza, en donde el espectador se siente reflejado y conectado emocionalmente con lo que se cuenta. En el encuentro entre el descubrimiento de lo nuevo (el contexto geográfico y cultural) y el disfrute de lo cercano y conocido (la vida misma).
“LA VITALIDAD DE LOS AFECTOS” ES ARTE EN EL SENTIDO MÁS UNIVERSAL PERO A LA VEZ PARTICULAR (AL MEJOR ESTILO “BILLY ELLIOT”/STEPHEN DALDRY/2000) DE MOSTRARNOS A NOSOROS MISMOS, ESPECTADORES, COMO SOMOS, SERES HUMANOS. ES DECIR, UNA HUELLA EN EL INFINITO TRANSITAR DEL TIEMPO.
Creemos conocer la lógica que reina a la vida, pero es solo un espejismo.
Toda realidad es un punto de vista. La objetividad muere y decae en las páginas blancas manchadas por letras de un libro en cuya tapa aparece el título “Historia” pero no “Historias de vida”.
Es a partir de aquí donde germina la semilla de este film cálidamente filmado por Van Groeningen (basada en la novela autobiográfica de Dimitri Verhulst)
Film espeso, de relieves y grietas en su construcción dramática, nos invita a contemplar la vida como un mapa plagado de personajes y momentos.
Su sutil pero a la vez directa narración construida a partir de cambios de temporalidad cronológica nos adentran en dos períodos fundamentales de construcción de identidad del ser humano: la niñez y la adultez.
Nuestro protagonista, Gunther, circula por estos dos ejes temporales. La ciudad de Flandes en los 70´ y la moderna actualidad. Trazos de anécdotas, hechos y souvenirs nos muestran una historia de vida particular y lejana para algunos (la cultura belga) pero universalmente cercana, universalmente humana.
De ahí es donde radica su belleza, en donde el espectador se siente reflejado y conectado emocionalmente con lo que se cuenta. En el encuentro entre el descubrimiento de lo nuevo (el contexto geográfico y cultural) y el disfrute de lo cercano y conocido (la vida misma).
“LA VITALIDAD DE LOS AFECTOS” ES ARTE EN EL SENTIDO MÁS UNIVERSAL PERO A LA VEZ PARTICULAR (AL MEJOR ESTILO “BILLY ELLIOT”/STEPHEN DALDRY/2000) DE MOSTRARNOS A NOSOROS MISMOS, ESPECTADORES, COMO SOMOS, SERES HUMANOS. ES DECIR, UNA HUELLA EN EL INFINITO TRANSITAR DEL TIEMPO.