Tanto Imperio Argentina como Estrellita Castro pasaron el año 1938 en tierras germanas rodando películas que eran muestras de un cine popular y lleno de autenticidad. Imperio Argentina que como profesional del cine tenía unos destellos de finura y personalidad obvios como demuestra aquí tenia sin embargo a nivel humano algún defecto porque estaba demasiado convencida de su condición de estrella y alardeaba demasiado de ello llegando a afirmar en cierta ocasión que Estrellita Castro no tuvo la suerte de triunfar como ella en su paso por Alemania. Las comparaciones no siempre son odiosas pero en este caso si habia una innecesaria comparación en esas palabras. Aparte de Imperio Argentina que domina del todo la gama de matices de su personaje de mujer de armas tomar condicionada por la maldición que pesa sobre ella la cual dará al film un sabor amargo muy peculiar destaca también la personalidad y la buena dicción de Rafael Rivelles, un actor por el que Imperio Argentina sintió también aprecio en la vida real, incluso amor según se comentó alguna vez. Dentro de la condición de clásico que tiene el film su contenido es interesante de analizar porque está impregnado de un eclecticismo que controla Florián Rey, cineasta que sólo decayó al final de su carrera y que era experto en esas películas que hoy consideramos como documentos. De cualquier manera es una de las obras maestras de Florián Rey, con los mentados Imperio Argentina y Rafael Rivelles en papeles llenos de matices y esa diversidad tonal que le da el referido sabor peculiar a la película.