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Voto de Ovi One:
2
5,6
7.019
Drama
Inglaterra, siglo XVI. La reina Isabel I Tudor (Cate Blanchett) debe enfrentarse no sólo a la traición de su propia familia, sino también a los conspiradores que tratan de arrebatarle el trono. Isabel es consciente de lo beneficioso que es para la Corona inglesa el hecho de que el Rey de Inglaterra sea, al mismo tiempo, el jefe supremo de la Iglesia Anglicana. El Acta de Supremacía de 1534, promulgada por su padre, Enrique VIII, había ... [+]
12 de abril de 2010
7 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cualquiera que lea la siguiente crítica, pensará que me he sentido insultado por el filme sólo porque deja en mal lugar a España. Algo de razón hay en este aspecto, pero no porque sea un patriota o sienta en mis carnes los colores de mi país. Nada más lejos que eso, hay veces que en un film histórico exijo algo de rigor, al menos un límite, pero sobre todo, lo que más exijo es algo de objetividad o complejidad en los valores de ambos bandos, si es que hay que representarlos. Me pasa incluso con las películas de la Segunda Guerra Mundial, que por mucho que Hitler sea ridiculizado, por lo menos siempre me agrada ver a algún alemán sorprendido por lo que su país hace, algún momento de duda y algún soldado americano con crueldad, que haberlos los hubieron. Con este relato sobre la derrota de la Armada Invencible, no esperaba tanto, sólo una película entretenida e interesante. Pero ni eso.
Creo que principalmente, su mayor problema, es ser excesivamente esplendorosa. Una cosa es mostrar algún momento espectacular que asombre al espectador, pero otra muy distinta es lo que se ve en casi todas las escenas: Elisabeth en toda su gloria, Blanchett siempre recargada con vestidos dignos de ser mostrados en museos y rodeada de espacios repletos de luz y colorido. Por supuesto, cada vez que aparece, excepto en sus momentos más vulnerables (que los hay, quizá los mejores gracias al buen hacer de la actriz), suena una música casi celestial que parece omnipresente acompañada de una cámara lenta o un zoom que prácticamente agobia a los veinte minutos del filme. Esa sensación de endiosamiento se magnifica con su carácter: muy sabia y amable en todos los aspectos, siempre piadosa y protectora. Es lógico, la película gira sobre ella, ya sólo por el título toma partido en la historia.
Pero una cosa es eso, y otra lo que se ve aquí, que por momentos consigue que El Señor de los Anillos, siendo una historia del bien contra el mal más absoluto, sea mucho más ambigüa. No hay ni un sólo español honorable, ninguno que se rescate de la quema (nunca mejor dicho). Son todos hostiles, malvados y patéticos.
Sé que no hay que pedir tanto rigor histórico, nunca lo he pedido en ninguna película de este estilo, pero es que resulta risible incluso sin tener en cuenta la historia, porque lo único que se salvan son los líos de faldas y la conspiración. Momentos bien rodados pero que no salvan un filme que acaba siendo excesivamente complaciente.
Llega a ser verdaderamente cargante.
Creo que principalmente, su mayor problema, es ser excesivamente esplendorosa. Una cosa es mostrar algún momento espectacular que asombre al espectador, pero otra muy distinta es lo que se ve en casi todas las escenas: Elisabeth en toda su gloria, Blanchett siempre recargada con vestidos dignos de ser mostrados en museos y rodeada de espacios repletos de luz y colorido. Por supuesto, cada vez que aparece, excepto en sus momentos más vulnerables (que los hay, quizá los mejores gracias al buen hacer de la actriz), suena una música casi celestial que parece omnipresente acompañada de una cámara lenta o un zoom que prácticamente agobia a los veinte minutos del filme. Esa sensación de endiosamiento se magnifica con su carácter: muy sabia y amable en todos los aspectos, siempre piadosa y protectora. Es lógico, la película gira sobre ella, ya sólo por el título toma partido en la historia.
Pero una cosa es eso, y otra lo que se ve aquí, que por momentos consigue que El Señor de los Anillos, siendo una historia del bien contra el mal más absoluto, sea mucho más ambigüa. No hay ni un sólo español honorable, ninguno que se rescate de la quema (nunca mejor dicho). Son todos hostiles, malvados y patéticos.
Sé que no hay que pedir tanto rigor histórico, nunca lo he pedido en ninguna película de este estilo, pero es que resulta risible incluso sin tener en cuenta la historia, porque lo único que se salvan son los líos de faldas y la conspiración. Momentos bien rodados pero que no salvan un filme que acaba siendo excesivamente complaciente.
Llega a ser verdaderamente cargante.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Pero es que llega a tal grado el asunto, que hasta se rejuvenece a la esposa de Felipe II hasta límites escandalosos y la Armada Invencible no cae precisamente por el temporal que propició su derrota, sino por el buen hacer de los ingleses que, en un pis pas y bajo la implacable imagen de la Reina en todo su esplendor, bajo la luz de la luna y con un vestido angelical, cae derrotada inadmisiblemente y sin resistencia alguna. Digno de verse, desde luego.
Aunque peor todavía es encontrarte con el bochornoso momento en donde Blanchett nos perturba con esa asombrosa mirada hacia la cámara, dirigiéndose a nosotros, con su frase final de rigor. Qué manera de engrandecer una leyenda, pero para mal.
Aunque peor todavía es encontrarte con el bochornoso momento en donde Blanchett nos perturba con esa asombrosa mirada hacia la cámara, dirigiéndose a nosotros, con su frase final de rigor. Qué manera de engrandecer una leyenda, pero para mal.