Haz click aquí para copiar la URL
Chile Chile · Santiago
Voto de Lawrence:
9
Drama. Romance. Musical Norman Maine, un famoso actor adicto al alcohol, descubre a Esther, una joven con un gran talento para la canción, y decide impulsar su carrera cinematográfica. Ella triunfa y, pocos meses después, la pareja contrae matrimonio. Pero, a medida que el éxito de Esther aumenta, el de Norman declina y esa situación lo empuja a la autodestrucción. (FILMAFFINITY)
11 de diciembre de 2005
39 de 44 usuarios han encontrado esta crítica útil
La mejor de las tres versiones existentes de esta emblemática historia, una de las más certeras miradas a las tristezas y miserias que esconde la Meca del cine y uno de los pocos remakes fílmicos que han logrado superar al original. La fuerza, emoción y tristeza de esta historia corren por cuenta de dos grandes estrellas que aquí alcanzan uno de los puntos más altos de sus magníficas carreras: el regreso a la pantalla de una notable Judy Garland en un personaje que puso a prueba sus capacidades histriónicas -y salió más que airosa, salvo leves atisbos de sobreactuación en los momentos que exigen el llanto- y en lo musical demostró su madurez vocal e interpretativa, y sobre todo un inmenso James Mason en un rol lleno de melancolía y autodestrucción, que se gana la comprensión del público a pesar de sus excesos y la decadencia que exhibe paulatinamente al comprobar que ha llegado al ocaso de su carrera cinematográfica. Lo que Mason logra acá es impresionante, y desmiente de manera tajante el malintencionado lugar común que siempre ha rodeado al realizador de esta “Ha nacido una estrella”, George Cukor: que sólo era un buen director de actrices.

Que este largometraje no ganara ninguno de los seis Oscar a los que postuló -incluyendo merecidísimas nominaciones para los dos protagonistas- es una enésima confirmación de lo perdidos que pueden andar los gustos de los miembros de la Academia hollywoodense. La química entre Garland y Mason -bien secundados por la noble presencia de Charles Bickford y el convincente Jack Carson- hace aún más intensa y emotiva la desesperada lucha de una pareja que intenta sobrevivir a las veleidades de Hollywood, y la convierte en una de las historias de amor más conmovedoras de la historia del cine. Magnífica dirección de arte y fotografía, estupendos números musicales en los que Garland brilla a gran altura y derrocha una presencia escénica magnética y arrolladora -¡qué intensidad la que alcanza en su legendaria interpretación de “The man that got away”, un clásico que nació con este filme!-, muy bien incluidos dentro del drama. Hay muchas escenas inolvidables, pero si hubiera que escoger una, será difícil de borrar de la memoria toda esa secuencia en Malibú, cuando Garland volverá a cantar “It’s a new world”… Allí ella, Mason y Cukor nos confirman que esta película es irrepetible.
Lawrence
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow