Baz Luhrmann sabía lo que hacía, ya lo hizo en 'Romeo y Julieta'. Esta es la misma técnica mejorada y amplificada por si no nos había quedado claro su estilo de hacer cine. Obviamente la película no gustará a quienes vean el videoclip como algo ajeno al arte cinematográfico. La película es un drama en mayúsculas, eso sí, aderezado con un poco de humor por que si no, sería algo insufrible y duro de digerir. Escenografía, guión, cámara, música, todo es sobresaliente, la cinta es en sí un videoclip de dos horas. Personalmente no me gustan esos fotogramas fantasiosos y animados como la duende (Kylie Minogue para quien no lo sepa aún) o el picnic (algo así como tebeo animado), pero no dejo de reconocerle la valentía a este director que contra viento y marea (y me refiero a la crítica especializada) ha sido capaz de crear un micromundo con esta cinta y hacer que nadie sea indeferente a él. Moulin Rouge es un despliegue de fantasía del siglo XX mezclada con realidad documentada del XIX. Es un manifiesto cinematográfico que habla de cambio, no sólo escénico, también social. La crítica siempre habla de innovación y técnica, supongo que tuvieron que arremeter contra Kidman y Mcgregor cuando no pudieron malhablar este aspecto y vieron que el público acudía en masa a las salas, pura envidia desde luego. Por lo demás, muy buenas actuaciones y personajes, grandes momentos de pasión y frustración, verdades de la farándula, y una agradable y significativa música que cuadra paralelamente con cada escena tanto por la historia como por su significado en nuestra reciente cultura musical. En definitiva, una técnica diferente para un siglo diferente.