Es una fábula oscura, con un malo malísimo, un predicador realmente inquietante (fantástico Mitchum) y como fábula que es todo en ella es exagerado, tanto la bondad de algunos como la maldad de otros.
Vendría a ser una mezcla de cuento gótico y película de terror, todo ello en una atmósfera realmente insana y con escenas de un poderio visual impresionante.
Solo le falla un poco la moralina católica reinante, pero estamos ante una cinta del 55, ¿que esperamos encontrar?, uno hay cosas que en casos como este... las deja correr y se concentra en las virtudes que no son pocas.