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Voto de Don Hantonio Manué:
9
7,0
5.761
Drama
Una pareja que atraviesa un divorcio debe aunar fuerzas para encontrar a su hijo, desaparecido tras una de sus peleas. (FILMAFFINITY)
18 de junio de 2021
5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una peli muy de ruso borracho y depresivo desvariando sobre el fin del mundo y contando sus penas al primero que pilla. Una patada en el estómago, cine que duele, amargo y desolador como él sólo, que entra como un trago de vodka (perdón por el lugar común) y que te deja igual de hecho polvo. Te pone ante lo peor del ser humano y lo hace sin efectismos, sin provocaciones estériles, sólo con imágenes y con un guion tan simple como eficaz. Y el título no puede describir mejor lo que vamos a encontrarnos. Cobra presencia una climatología desapacible, de enorme melancolía, una mínima banda sonora… unos espacios que parecen fundirse con los seres que los habitan (gente paseándose por ahí como fantasmas, o bien unos colores cenicientos que presiden incluso los interiores domésticos).
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Dos mitades diferenciadas: la primera presenta la rutina de la no-pareja, gente muerta por dentro, dispares lo dos, pero idénticos en su putrefacción interior, incapaces de amar… pero también son personas vulnerables que, sencillamente, no pueden ofrecer al otro lo que nunca han recibido. Ella, una hija de puta sin corazón, él, un pedazo de carne con ojos, pendiente sólo de las apariencias… ambos intentan rehacer sus vidas, pero todo se repite y pronto comprendemos que cualquier cosa que le haya ocurrido al niño seguramente es mejor que convivir con semejantes especímenes (no es gratuita, por cierto, la presencia del smartphone hasta en la sopa, ni la abundancia de algo tan ruso como el alcohol).
La segunda mitad adquiere un mayor componente de atmósfera y de tensión, con la búsqueda activa del crío. Aquí el Andrei hace gala de su pericia con el encuadre y con la cámara en movimiento; los voluntarios avanzando por el bosque, o bien en plena noche por un bloque de viviendas, la exploración del edificio abandonado (permanece en esto la huella del otro Andrei, sus entornos acuosos y ruinosos, casi engullendo a las figuras humanas).
Como gran metáfora que es, la trama explora aspectos pasados y presentes de Rusia (referencias a la invasión de Crimea), la dejación de funciones de la justicia, la nueva riqueza que no ayuda a atenuar el malestar… lejos de ser algo gratuito, esto ofrece un contexto que ayuda a entender a los personajes. De un pesimismo abrumador el final, no exento de lirismo, con ese último y olvidado recuerdo del chaval frente al olvido, al mirar para otro lado.
La segunda mitad adquiere un mayor componente de atmósfera y de tensión, con la búsqueda activa del crío. Aquí el Andrei hace gala de su pericia con el encuadre y con la cámara en movimiento; los voluntarios avanzando por el bosque, o bien en plena noche por un bloque de viviendas, la exploración del edificio abandonado (permanece en esto la huella del otro Andrei, sus entornos acuosos y ruinosos, casi engullendo a las figuras humanas).
Como gran metáfora que es, la trama explora aspectos pasados y presentes de Rusia (referencias a la invasión de Crimea), la dejación de funciones de la justicia, la nueva riqueza que no ayuda a atenuar el malestar… lejos de ser algo gratuito, esto ofrece un contexto que ayuda a entender a los personajes. De un pesimismo abrumador el final, no exento de lirismo, con ese último y olvidado recuerdo del chaval frente al olvido, al mirar para otro lado.