¡Nací para ser vampira! Simplemente esta frase que menciona la poligonera heroina de este engendro resume lo abyecto de la ¿propuesta? fílmica. Como cualquier conocedor de lo básico en fantasía, los vampiros no nacen, sino que mueren como personas infectadas y retornan a este mundo como no-muertos. Así la frase debería ser: ¡morí para ser vampira!. Además de malos novelistas y guionistas, completamente analfabetos. La novelista es una okupa del mundo fantástico.

Este ejemplo debe dar idea a los espectadores neutrales de lo que puede suponer ver tal espanto fílmico. Yo la vi en un pase en un tren de largo recorrido, y el viaje se me hizo aún más soporífero.

Esta película es un catálogo de tios cachas metrosexuales depilados (incluso los hombres-lobo, el colmo de lo absurdo) y chicas buenorras, con edades no superiores a 30 años, con pelo, dientes blancos y buenos abdominales, todos ricos y sin ocupación laboral conocida. Corren como Flash entre los árboles y se aparean continuamente, porque, como dice el héore de la película, la cama que tienen no es para dormir. No ensucian la ropa, no tienden, no defecan, no orinan, no ven en Tele 5 el programa de los tronistas, sus alter-egos, no barren, tan solo se aparean y dicen memeces. La estulticia en estado puro. ¡Si Bram Stroker levantase la cabeza!

No tienen ni frío ni calor, excepto cuando tienen relaciones íntimas, que es cuando encienden la chimenea, como si fuese un telefilme de sobremesa. Tienen una niña con la cara superpuesta y rara en un efecto CGI de lo mas cutre, que tampoco caga, ni mea, ni lleva pañales, ni estudia, ni tiene juguetes.

Los vampiros se pelean arrancándose la cabeza los unos a los otros, como si descorchasen una botella de champán ¡con una facilidad pasmosa y sin chorros de visceras o sangre! Además tienen poderes extra, como si fuesen superhéroes: una electrocuta, la otra forma escudos invisibles, otro lee las mentes, desgraciadamente, a estos poderes, a los actores y al guionista se le añade otro que tiene gran importancia en el filme: la falta absoluta de talento.

Estos vampiros son como una ONU de chupasangres, los hay irlandeses, italianos, rumanos, pero también los hay del Amazonas, paseándose estos últimos con taparrabos y plumas por paisajes llenos de nieve. ¡Claro, como no tienen frio! pero...¿entonces porque encienden la chimenea cuando intiman?

Los actores principales, por llamarlos de algún modo, han estudiado interpretación en la misma academia de "Los Vigilantes de la Playa" o las películas de Asylum como "Sharknado". No merecen ni un premio razzie, eso es para malos actores y estos no son ni eso, mi taza del vater resulta más creíble que la Stewart. Parecen más la plantilla del Realísimo o del Barça, con Coentrao, Ronaldo, Cesc, Sergio Ramos o Pepe ¡si hasta ellos interpretan mejor!.

Mención especial merecen los actores principales: la poligonera cutre a la que le falta un chandal plateado y el alelado, con cara de pastillero en pleno trance, al cual le falta un control de alcoholemia,unas nike, una camiseta de rejilla y un buen parking en una discoteca de Levante donde ponerse tibio.

El equipo técnico merece mi respeto, rodar algo así, con diálogos de risa, cabezas volando, atletas en taparrabos por la nieve, peluqueros tras los actores, peinandoles en las peleas.

Este tipo de películas han patentado un nuevo género: fantasía poligonera o terror tronista. Yo prefiero los géneros tradicionales. Debo ser un anticuado (sin chandal plateado).