No soy en general un gran aficionado a los dibujos animados, y menos aún cuando tienen partes cantadas (es decir, en la mayoría de los casos) y fui a ver en su momento "La novia cadáver" más que nada por acompañar a la parienta, que sí es bastante "dibujera". Y la verdad es que me sorprendió muy agradablemente, por su sentido del humor, por su tono alegre pero un poco oscuro, y por el diseño de algunos de los "dibujos", concretamente los habitantes de un mundo de los muertos que aparece mucho más alegre, divertido, colorista y en definitiva interesante que el mundo de los vivos. Yo, en el pellejo del protagonista, me hubiese quedado con los fiambres.

Divertida y muy bien hecha.