Es una pena cuando vemos que una buena idea (el sueño de todo cinéfilo, juntar a Bogart con Cary Grant o con Burt Lancaster) es llevada a cabo de la forma más estúpida posible.
Reiner en esta película ha demostrado ser un completo incompetente pues con un guión mínimamente decente podría haber creado una película mítica que sirviera de homenaje nostálgico y a la vez jugara con el metalenguaje del cine comparando el cine clásico con el post-moderno.
Lo tenía todo a su favor: un plantel de intérpretes de escándalo (obviando todos los personajes "actuales" por supuesto) con las mejores figuras de las películas clásicas...; una fotografía de un auténtico maestro como Michael Chapman (a la persona que ha llevado a cabo la fotografía de Toro Salvaje sólo se le puede llamar maestro... no hay discusión posible); música de Miklós Rózsa; vestuario de Edith Head (¿hace falta explicar quién es esta dama?)...
... y todo tirado a la basura por un guión que utiliza como hilo conductor un humor a lo "Aterriza como puedas" o "Hot shot" y con unos ¿¿actores?? (Soy demasiado benévolo, lo sé) que hacen que las interpretaciones del cine mudo parezcan sobrias.
Obviamente Reiner no vió las posibilidades del proyecto y prefirió hacer algo ligero y desenfadado, el problema es que ni siquiera hay ironía o sarcasmo en las imágenes todo está impregnado de un sentido del humor lamentable cercano a nuestros "Esteso y Pajares", en las antípodas de mister Wilder.
Resumiendo... qué pena... solo sirve como curiosidad cinéfila.

P.D.: Además la intriga es artificiosa y confusa (defectos menores comparados con el resto) y pese a su escasa duración a mí se me hizo eterna...quizás por el cabreo.