8 de septiembre de 2012
2 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Con un guión flojo, dos o tres chistes logran éxito en toda la película. En interpretación, los actores son inexpresivos, caricatos y previsibles. Lo demás son clichés o situaciones tontas que supuestamente deberían ser divertidas.
El director Fatih Akin, que había hecho el interesante Al otro lado (2007), decepciona en este Soul Kitchen. Ni el actor Moritz Bleibtreu, que trabaja bien en RAF Facción del Ejército Rojo (2008), se destaca aquí. Intentar hacer comedia a veces puede resultar en un desastre.
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