Notable película francesa que tiene un toque de dos películas mencionadas en el título de ésta crítica: la primera se parece en que es un internado solo para niños y en que tiene unas normas muy estrictas con sus alumnos; la segunda en que unos de esos niños destaca por encima de los otros, que es distinto del resto y que lucha para conseguir su objetivo.

Debo decir que me sorprendió mucho la banda sonora, que es impresionante: canciones cantadas por las maravillosas voces de unos inocentes niños. Las actuaciones no están mal. La duración del film tal vez sea un poco breve.

Y ante todo, lo mejor es la bondad que muestra hacia sus alumnos el recién llegado profesor de música que, oponiéndose a las estrictas normas impuestas por el director del centro, rompe las monótonas vidas de los alumnos enseñándoles a cantar y a ver la vida de otra forma.