Una película fascista, demagógica...
Defiende los mismos principios de orden y ley que propone la derecha más reaccionaria: el PP, Vox y el sindicato policial mayoritario en estos momentos entre los agentes de base, que sigue los dictados de Vox.
Aquí se defiende la inclusión de la pena de prisión permanente revisable en el Código Penal que sacó adelante el PP con su rodillo parlamentario.
Aquí se abomina del imperio de la ley (que no del sistema judicial) y de los derechos democráticos individuales.(entre ellos el más importante, el de la vida). Por contra, se jalea la venganza y el tomarse la justicia por la mano (en este caso, la mano de un policía).
Aquí se maldice a "los políticos", a todos, especialmente a aquéllos que defienden el Estado democrático y de Derecho que malamente disfrutamos, a aquéllos que quieren una legislación garantista y defienden el respeto y el libre ejercicio de los derechos individuales (izquierda).
Es una película financiada por la Derecha y no me extrañaría que también por el ministerio de Interior del retrógrado de Grande-Marlaska (subió peldaños en la escalera judicial gracias al PP y en la política de manos del PSOE)
En la peli no hay un sólo policía malo... Pero trabajo en la DGP como funcionario civil desde hace años. Y aunque estoy convencido de que son muchos los policías (sobre todos los agentes de base) que tratan de mantener el orden y garantizar el ejercicio de los derechos ciudadanos en libertad y con respeto a la legislación de un Estado democrático y de Derecho, hasta ahora sólo he conocido policías mezquinos, más mandos que agentes (inspectores, comisarios, comisarios-jefe); policías que prestan falso testimonio en sala judicial sin que se les mueva un músculo de la cara; los policías que se sienten merecedores de unos derechos económicos y sociales superiores antes que otros jóvenes mejor formados; policías que responden a las llamadas fascistas de Vox y se manifiestan por las calles de Barcelona en ademán chulesco...
Es una de las películas españolas más fascistas y manipuladoras que he visto en los últimos años. Se nota que el cine y los actores españoles están muy necesitados de la subvención oficial del ministerio del Interior y la privada de los think-tank de las élites económicas y política de la Derecha .
Menos mal que la Academia del Cine ha tomado la película por lo que realmente es: pura propaganda fascista. La han nominado sólo para el mejor montaje, pero ni ese premio se llevará... A menos que ofrezcan dinero suplementario (privado o estatal) para untar a algún académico necesitado y sin escrúpulos.
Espero que en la Academia sigue imperando la cordura democrática... ¡Gracias!