Me gustó el asunto, la puesta en escena, los diálogo y los actores (especialmente el de los varones, quizá porque sepa mejor interpretar las actitudes y poses de los representantes de mi género), pero...
1) Aunque valide el escenario (en el marco de una parroquia anónima, circunstancial y de un pequeño núcleo de población) por esa ofuscante religiosidad del pueblo norteamericano en general, la consecuencia es que la religión cobra un papel demasiado relevante en un problema básicamente humano y social.
2) La película castra la dimensión política e ideológica de la tragedia con una simple frase de la madre de la víctima: "No he venido aquí a hablar de política". Y no es que la oferta programática de republicanos y demócratas se diferencie casi en nada en lo que se refiere a la abolición de la 2ª enmienda constitucional, pero es que también se bloquea intencionadamente la parte conclusiva de la película... También la madre de la víctima amaga con abrir el debate con aquel ruego de que las muertes de esos adolescentes "no resulten inútiles", pero su pretensión acaba en ese mera formulación.
3) Aunque los padres del asesino se justifiquen personal y moralmente con que "estaban solos" y "no sabían lo que hacer" para corregir la deriva psicólogica, la película camufla alevosamente la criminal desidia del ultraliberalismo capitalista USA y el completo abandono de la capacidad activa y protectora de la ciudadanía que debe animar a un Estado social y de Derecho.