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Voto de Danivtar:
9
7,2
4.449
Drama
Ned Merrill vive en una zona residencial de clase alta en las afueras de Connecticut. Una día, Ned se da cuenta de que todo el valle donde vive está lleno de piscinas privadas. Ante el asombro de sus amigos, Ned decide recorrer el valle de piscina en piscina hasta llegar a su casa. Por el camino, se encuentra a varias de las mujeres que formaron parte de su vida: una apasionada adolescente a punto de dejar de serlo, una ex amante ... [+]
1 de enero de 2015
33 de 34 usuarios han encontrado esta crítica útil
Magnífica película que lleva a la pantalla una notable alegoría de John Cheever acerca de un hombre maduro, Ned Merrill, quien cierto espléndido día de sol, con el espíritu jovial de un adolescente y no más atuendo que un slip de baño, se empeña en retornar a su casa pasando a nado un cordón de piscinas que conducen a ella. Las fincas que deberá atravesar son propiedad de amigos suyos, a los que de paso concederá el honor de su visita. Un atlético Burt Lancaster encarna a Ned en un trabajo realmente antológico. No sabemos de dónde viene ni quién es este hombre sonriente y vital, que vemos surgir de entre el follaje de un parque, como un Adán virginal, en busca de su primer zambullida. Pero lo iremos conociendo a través del reencuentro que establece con sus relaciones de un ayer no muy distante. A medida que avanza en su periplo se irá desvelando su significado oculto y verdadera razón de ser.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
El viaje de Ned representa el intento desesperado de un hombre que pretende insensatamente recuperar su pasado. No hace más que reincidir en el rasgo que ha signado toda su vida, la mentira, mismo que seguramente la ha destruído. En vez de aquello obtiene exactamente lo contrario. Por más que pretenda imponer las imágenes de sí a las que se aferra, los demás le irán mostrando implacablemente quién ha sido y quién es. Lo que comenzara como un juego, como un mero desafío gimnástico, se convierte rápidamente en un vía crucis revelatorio de su verdadera condición. Lo advierte a medida que encuentra que no es tan bien recibido como esperaba, que le reprochan faltas, que huyen con pavor de sus trasnochados lances donjuanescos, que su antigua amante lo rechaza amargamente... Nada es como él cree o quiere creer. El viaje va minando sin misericordia sus defensas, demoliendo el presuntuoso castillo de naipes en el que pretende refugiarse. Al final de la jornada llega a su casa, la que alguna vez lo fuera. Pero esa casa representa en el fondo su ser, un lugar abandonado, oscuro, vacío -y que en realidad no existe.