Haz click aquí para copiar la URL
España España · Madrid
Voto de paki:
7
Drama Un grupo de jóvenes comparte un mismo interés: la idiotez. Con una casa de campo como base, pasan su tiempo libre juntos explorando los ocultos y poco apreciados valores de la idiotez. El grupo se dedica a enfrentarse a la sociedad con sus idioteces. Karen, una mujer solitaria y reservada, se une al grupo después de participar involuntariamente en una de sus actuaciones. (FILMAFFINITY)
20 de septiembre de 2010
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Me parece que no es una película de idiotas y desde luego no es para idiotas. A mi me gustó. Es, eso sí, una de “hacer” el idiota que no tiene nada que ver con “serlo”. Aunque quizás la moraleja de la peli sea eso de que “tanto va el cántaro a la fuente, que el que se hace el idiota, acaba gilipollas...” O algo así.

Bueno, lo primero de lo que quería hablar, obligado con Lars Von Trier, es de la “forma” de la película. O sea su técnica, o su lenguaje. También me gusta. Tiene como un formato de documental improvisado, en el que el director y su equipo hubieran seguido a un grupo de personas, no actores, para captar imágenes de la vida real, en tiempo y espacio real, sin guión, preparación y artificio El resultado es un documento visual lleno de espontaneidad, donde la historia que se está contando prima sobre la técnica o el valor de las imágenes. Porque lo importante es el “fondo” que yo creo que es algo así como las reacciones, la sorpresa casi siempre, de grupos sociales o de personas en particular, respecto a los “idiotas”, llamémosles así, aunque sea un término políticamente incorrecto, humanamente chirriante y demasiado amplio como para calificar la enfermedad o el retraso mental. Y me he pasado un buen rato pensando en qué nombre poner para no herir mi propia susceptibilidad. Porque si lo que se pretende es retratar el modo en que el resto de las personas reacciona con los “idiotas” (dejo esta palabra) la respuesta es: mal. Muy mal. Los “idiotas” producen una incomodidad y un rechazo que solo son comparables con la hipocresía con que, casi siempre, nos comportamos ante ellos. Nuestra primera reacción es la lástima. Y la segunda la huída. No queremos que se acerquen, siquiera mínimamente, a nuestro espacio vital. Nos hacen sentirnos enormemente incómodos y molestos. No sabemos qué hacer con unas criaturas adultas incontrolables como niños. Capaces de gritar, protestar, tocar, besar o empujar con absoluta espontaneidad, sinceridad, instinto y desconcierto. Sin reglas ni normas.

Los idiotas de la películas son una peña de amigos inconformistas y rebeldes, que viven en una especie de comuna y experimentan con los demás (la cámara, en realidad, no les retrata a ellos sino a las personas que los observan), personas “normales”, la sensación de ser idiota sin serlo; de ser espectadores de ida y vuelta de un drama humano que no les concierne, porque son, solo, sus actores. Puesto así, sería una película simplemente gamberra y curiosa de ver, pero sin historia que contar. Pero lo que le da interés y profundidad es la presencia en ese grupo de una mujer enigmática y fascinante. Se une a ellos cuando piensa que son idiotas, y se queda cuando descubre que no lo son. En realidad, es una mujer trágica que está buscando ser aceptada y querida sin más preguntas ni razones, como quizás solo lo haría un grupo de ... idiotas.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
paki
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow