Las adaptaciones nunca son fáciles, los cambios que se deben realizar siempre son discutidos, los actores no siempre son lo imaginado al leerlo. En cambio aquí, bajo la dirección de Ang Lee y el brillante guión de Emma Thompson, puedo afirmar que la película (y es de las pocas veces en que esto puede afirmarse) llega a superar al libro. Enfatiza, condensa y exprime la idea tras la novela, pero encima da una mayor fuerza, un mayor desarrollo a las relaciones entre las parejas, que en el libro cojean. Emma Thompson es, como acostumbra, espectacular, una jovencísima Kate Winslet resulta en todo momento un placer con su arrolladora candidez, su vitalidad, y el añorado Alan Rickman sobresale en cada gesto, en cada mirada y como siempre (ha de verse en versión original) en cada frase.
La inteligencia, el humor, los elegantes planos y sus protagonistas, todo contribuye a conseguir que el film quede en la memoria, al menos en mi caso, solapando al libro.