Notable película de donde podemos extraer la sintomática mentalidad empresarial que prevalece hoy en día, la cual por lo visto parece ser también la que se impondrá en el futuro: es decir, una mentalidad capaz de gastarse cifras millonarias indecentes en tecnología punta que sustituya al trabajador humano, cuando por la cuarta o dieciseisava parte del coste podían mantener trabajando y más o menos realizados a seres humanos, uno de cuyos derechos consagrados e irrespetados por los Estados es el trabajo. A fin de cuentas, tener un gran número de trabajadores en lugar de ser sustituidos por robots, es una estrategia que además de combatir el desempleo, la degeneración y la frustración de miles y miles de seres humanos, facilita también la obtención de grandes ganancias, satisfacciones y asegura una mayor calidad resolutiva en situaciones imprevistas, porque obviamente donde se pone la inteligencia de un original humano creado por la naturaleza misteriosa y trascendente (también cabe decir metafísica), jamás podrá ponerse una copia o clon creado artificialmente, por la ciencia de batas blancas o por los intereses degenerados de la partidocracia (el poder de los partidos políticos).

Todas estas reflexiones y más se pueden plantear viendo "Moon". Cierto que los humanos no podemos hacer lo que los robots y las máquinas hacen mejor, más rápido y barato. Pero tampoco las máquinas y los robots pueden hacer lo que nosotros hacemos con alma, desde el alma y esencialmente por alma (como seres extraordinarios de ÁNIMA, que es lo que somos).

En general me ha gustado la película "Moon", es digna de tenerse en cuenta, de recibir consideración y revisado. Durante todo el metraje genera en el espectador interés y espera de sorpresas, también atmósfera de claustrofóbica soledad extraterrestre y de imaginarse uno destinado allá en la oscura y lejana superficie lunar, todo lo cual contribuye a que este sea un buen filme de ciencia ficción o género espacial.