Cine autentico, honesto y diferente, hecho con el corazón, que traspasa la pantalla, que te remueve las entrañas para bien y para mal, gracias a la interpretación de dos actores soberbios que transmiten autenticidad de principio a fin, que dan humanidad y credibilidad al relato, que se desnudan emocionalmente ante ti.
La película te deja un sabor amargo, quisieras que no fuera el final de esa pareja que te hizo sentir tantas emociones: “ternura, furia, rabia…., "realismo, credibilidad, tensión", demasiados sentimientos contradictorios que te hacen reir y llorar a lo largo del film. Ves con tristeza como cambian los sentimientos entre ellos, como se va desmoronando su relación, reflejo de nuestra propia existencia.
Al finalizar no podía levantarme del sillón, esperando más y viendo los maravillosos créditos finales, la fotografía, la música (genial la banda sonora). Una maravillosa película que he visto con dos años de retraso y que recomiendo.
Quiero destacar a Ryan Gosling: actor soberbio, carismático y muy creíble.

Paula.