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España España · Madrid
Voto de Moody:
5
Drama Australia, 1926. Un bote encalla en una isla remota y a su encuentro acuden el farero Tom Sherbourne y su joven esposa Isabel. En el interior del bote yacen un hombre muerto y un bebé que llora con desesperación. Tom e Isabel adoptan al niño y deciden criarlo sin informar a las autoridades. Todo se complica cuando descubren que la madre biológica del bebé está viva. (FILMAFFINITY)
30 de mayo de 2017
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Seguramente lo primero que buscaron los productores fue un director con experiencia en el género Cianfrance fue el elegido, y echando un vistazo a su filmografía, el éxito parece asegurado con el director de “Cruce de caminos” o “Blue Valentine”, que ha gestionado tan bien esta trayectoria dramática.

Pero el material original ya tenía lo necesario para convertirse en el drama de la temporada. Una historia alejada de los núcleos urbanos, en la soledad y su olvido, con unos personajes que parecen ir a la deriva en sus vidas tal y como hace la barca que encuentran. Pero construir un intenso drama no solo basta con exponer una lacrimógena historia, sino que también debe tener un reparto que defienda el registro de sus papeles. Fassbender y Vikander ya han probado las mieles del éxito y con una pesada carga que la vida pone a sus espaldas, logran la atención del espectador.

Para ver “Una luz entre los océanos” hay que tener un poco de paciencia para que arranque y se meta en harina. Su ritmo no invita a muchas concesiones, pero para la narración es necesario ir poco a poco aunque a veces lleva a desconectar. No tiene un excesivo metraje, lo cual ayuda a verla sin más problema.
Todo lo necesario para la historia de un hombre atormentado por su pasado que le lleva a aislarse de todo como farero. También una mujer positiva a la que la vida asesta golpe tras golpe hasta derrumbarse. Ambos soportan bien los vaivenes de la vida mientras contemplan un inmenso paisaje que invita a la reflexión.

A final el drama se vuelve intenso, y los actos de cada uno conllevan una responsabilidad. Un melodrama que lleva al límite la confianza de los protagonistas para ponerlos a prueba, momento de demostrar sus verdaderos intereses en una vida llena de obstáculos. Una manera de encarar el posterior horro de la guerra, o la pérdida de la esperanza, todo encaminado a una lágrima que llegará con el edulcorado y bienintencionado final.
Moody
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