Un grupo fuertemente armado con un plan a prueba de fisuras y con integrantes dentro del sistema debería ser suficiente como para hacerse con el control de la Casa Blanca sin problemas y durante el tiempo que quisieran. Y aunque la historia parece increíble, lo que es realmente inverosímil es que cada vez que intentan llevar a cabo su plan, en el edificio se encuentre el ex-agente de la CIa, el FBI o la TIA más preparado para hacerles frente y de paso derrotarles con un clip y un chicle mascado.

Tantas veces hemos visto este desarrollo que una mas no nos va a hacer daño, y así vemos "Asalto al poder" con la esperanza de que esta vez habrá algo diferente, con la expectación de comprobar que no es un calco de la anterior. Debo confesar que este tipo de películas me gustan de ve en cuando, y que disfruto con explosiones, carreras por los pasillos y subida de bandera final. Porque se trata de pasarlo bien sin muchas obligaciones.

Tantas veces ha sido atacado el edificio que imaginamos que va a ser la última, pero ninguna de las ocasiones es la definitiva, con lo que el siguiente director se ve con ganas de volver a machacar Washington por el mismo sitio de siempre. Todos los cuerpos de seguridad en la zona y no tienen a hombres dentro.

Siempre es importante mostrar a un Presidente seguro, confiado y valiente, pero una cosa es eso y otra bien diferente es que se convierta en un auténtico G.I.Joe para salvar a cuantos más mejor. Me pregunto si Obama estaría dispuesto a descolgarse por los cables de un ascensor...

En manos de Emmerich todo es enorme: el cambio climático ("El día de mañana") o el fin del mundo ("2012") son aún más graves de lo que deberían ser realidad. Con sus montajes, parece que el espectador está dentro de la propia acción, y se agradece. No vamos a mirar los ceros del presupuesto inicial a estas alturas...

Solo ver el cartel promocional de la película, con la Casa Blanca ardiendo detrás de los dos héroes y apetece verla aunque sea por saber cómo demonios han salido estos dos tipos del edificio con esas pintas y el de seguridad no les ha pedido la tarjeta de identificación!. Bueno, quizás el de seguridad estaba en su media hora de descanso...