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España España · Madrid
Voto de Moody:
5
Fantástico. Ciencia ficción. Acción En 1984, en plena Guerra Fría, Diana Prince, conocida como Wonder Woman, se enfrenta al empresario Maxwell Lord y a su antigua amiga Barbara Minerva / Cheetah, una villana que posee fuerza y agilidad sobrehumanas. (FILMAFFINITY)
16 de febrero de 2021
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Las comparaciones son odiosas, aunque muchas veces inevitables. En 2017, hace no tanto, “Wonder Woman” se estrenaba con gran expectación, y el dúo Gadot-Jenkins conseguía un éxito arrollador, una heroína capaz de cualquier cosa y una directora que demostraba que DC podía hacer un blockbuster lineal predecible pero muy entretenido.

Solamente cuatro años después llega “Wonder Woman 1984”, y con el listón bastante alto, esas comparaciones llegan y no son precisamente beneficiosas. Sin la capacidad de sorpresa, la película no suple esta carencia y se limita a narrar una historia mucho menos divertida que la anterior, más sencilla, pero igual de espectacular. La primera entrega tenía una fuerza que ésta no tiene, y una personalidad menos arrolladora.

El problema de la película es que solo han pasado cuatro años y la franquicia no ha desarrollado las potentes premisas que posee, sino que se limita a firmar una digna película de aventuras ambientada en una década que podría haber dado mucho más juego. Por momentos no parece ni siquiera una película de superhéroes. Si además de la acción la película pretendía una lectura algo más profunda, se perdió por el camino.

Y eso que esa lectura no es necesaria porque precisamente ese tono burlón, alejado de la oscuridad que representan Batman o Superman, es lo que la diferencia de sus hermanas DC. El conflicto que se le presenta a la protagonista sobre recuperar al amor de su vida es un argumento que la convierte en terrenal, y quizás por eso la aventura tiene tanta relevancia, pero queda algo pobre ante la posibilidad de tener a la mismísima Wonder Woman en pantalla.

Gadot y Pine repiten en esta secuela (la forma en la que él vuelve está cogida por un par de alfileres), y a ella se incorporan los malvados de turno, unos personajes dispares entre sí. Mientras Pascal va creciendo dentro de su papel, cada vez más exagerado e histriónico como pide la historia, Wigg comienza bien, pero se mantiene constante, no evoluciona. Así construye a Cheetah, tan necesaria como intranscendente.

Si no tuviésemos en cuenta “Wonder Woman” esta película sería un gran salto para DC, que muestra de otro modo a una superheroína brillante y poderosa, fuerte y sensible, pero después de haber probado el caramelo, “Wonder Woman 1984” convence como película de aventuras, pero se queda corta evolucionando al personaje.
Moody
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