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Voto de Elcinederamon:
8
Musical. Drama Teyve, el lechero de un pueblo ucraniano, vive feliz con su esposa y sus cinco hijas, todas ellas solteras. Una tarde, mientras hace el reparto, conoce a Perchick, un pobre estudiante de Kiev con ideales revolucionarios. Los dos simpatizan, y Teyve le ofrece casa y comida a cambio de que le dé clases a una de sus hijas. Al mismo tiempo, Lazar Wolf, un rudo carnicero que se ha quedado viudo, pide a Teyve la mano de su hija mayor. (FILMAFFINITY) [+]
4 de julio de 2015
7 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
El violinista en el tejado de Norman Jewison es un drama musical basado en un lechero judío de Ucrania que vive con su mujer y empieza con las preocupaciones de tener que casar a sus hijas, mientras alrededor comienzan a suceder las persecuciones a judíos. Dirigida con un ritmo vigoroso y con un estilo bello y arrollador, es una obra impecable en sus canciones y coreografías que fascinan al público con mucha personalidad de principio a fin, logrando plasmar lo que sin duda es uno de los mejores musicales de la historia para satisfacer a toda clase de públicos, concluyendo un sorprendente film que es insuperable en lo que expone y en cómo lo expone para dejar a todos los públicos atónitos.
La fotografía es hermosa y hace gran uso de los claroscuros en un alusivo trabajo que tiene un resultado sensacional y está bien cuidado en detalles encantadores para maravillar al espectador con una labor artística muy completa. La música es sobresaliente todo el rato al ser un musical enardecedor y estimulante en ciertas canciones y bello en sus inolvidables melodías que cautivan con tono agradable y emotivo a todo el mundo. Los planos y movimientos de cámara consuman un completísimo trabajo técnico mediante el uso de los circulares, seguimiento, generales, panorámicos, grúas, reconocimiento, avanti, retroceso, primeros y primerísimos planos, nadir, cenital, travellings y subjetivos que exprimen lo mejor de la historia y de las interpretaciones.
Las actuaciones son encantadoras y sinceras. Como protagonistas Topol está auténtico y deslumbrante como cabeza de familia y Norma Crane enérgica en un contundente papel, siendo magníficos los acompañamientos de Leonard Frey, Molly Picon, Paul Mann, Rosalind Harris, Michele Marsh y Neva Small. Emplea para estos la dirección artística unos vestuarios y caracterizaciones sugestivos de judíos de la época en cuestión en sus humildes ropas de campesinos en una gran labor que junto con los decorados de interiores y los exteriores te transportan in situ.
El guion, escrito por Joseph Stein, es hermoso al mostrar una historia que primero sitúa al espectador dentro de una familia judía y luego muestra sus alegrías y sufrimientos con bodas deseadas y no deseadas y con la continua persecución de su pueblo, logrando con ello emocionar, agradar y entristecer al espectador con una trama que tiene todos los componentes necesarios para perdurar en el tiempo con mucha eficacia. Esto se lleva a cabo con una narrativa al principio mirando a la cámara explicativa y afable con tono clásico, siendo el resto familiar y expresivo además de muy natural. Cabe destacar también, el montaje lineal y seguido que se toma su tiempo para exponer a sus personajes e historia.
Para finalizar, la considero una obra inmortal e indispensable en los musicales que es espléndida en resultado y sin duda una de las mejores de su género, cautivando a toda clase de cinéfilos con su historia y canciones que agradan al público durante todo su visionado. Recomendable por su dirección, guion, actuaciones, fotografía, música, montaje, planos, movimientos de cámara, vestuarios, caracterizaciones y narrativa que hacen de El violinista en el tejado, un musical inolvidable y hermoso que conquistará a todos aquellos que se aventuren a verlo.
Elcinederamon
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