Fausto F.W. Murnau, es un gran drama de terror de cine mudo, ejemplo del expresionismo alemán. Dirigida y montada de forma arriesgada y personal, consigue un resultado sorprendente gracias a la gran técnica cinematográfica del exclusivo director, aunque como nota negativa se hacen un pelín largos sus 100 minutos de duración.
Contiene un guión interesante y escalofriante, que hace que parezca todo una pesadilla en blanco y negro, con inteligentes usos de los claroscuros. Y engancha al público gracias a un argumento provocador e inquietante, sacudiéndolo después con un final clamoroso que deja muy buenas sensaciones.
Los vestuarios y caracterizaciones están estéticamente trabajados, con gran resultado gracias a unas inigualables puestas en escenas especialidad del alemán. Y la fotografía es oscura y lúgubre, ayudando a crear la atmósfera adecuada para inquietar al espectador.
Destacables también son las actuaciones, auténticas y con personalidad expresiva y emotiva, una narrativa escrita clásica y sencilla, y unos efectos especiales asombrosos y sorprendentes para la época en que se rodaron, que incluso hoy día son dignos de respeto y admiración.
En definitiva, una obra imprescindible para los amantes del séptimo arte, del cine mudo, y en especial del expresionismo alemán, con una gran historia en su interior, y un final inesperado e impecable que será del agrado de todos.