Hoy en día está muy de moda la inclusión, del tipo que sea, donde, si no tienes cuidado, ofendes a alguien hasta por respirar. Esta película utiliza eso un poco como sustento, recurriendo a ello en varias ocasiones para abrir los ojos a más de uno. Se disfruta mucho esa unión entre lo antiguo y lo moderno, la vieja escuela frente a la actual, en este caso como padre e hijo. Es lo que más me ha funcionado de todo.

La historia es sencilla, no se molesta en inventar nada y tampoco sorprende, pero funciona. Se ve casi con el piloto automático puesto, sin ninguna dificultad. Es una trama de acción clásica llena de tiroteos, sin tiempo para pensar. Justo lo que se esperaba de ella. El ritmo es ágil, pese a las 2 horas y media que dura. Se mantiene en su línea y no aburre, si sabes a lo que vienes, claro.

Samuel L. Jackson vuelve a demostrar que es el amo. Todo lo que protagoniza se convierte en un disfrute máximo. El personaje de Shaft funciona muy bien y él consigue darle esa personalidad tan suya. Es un papel que le viene como anillo al dedo y aquí se luce mucho. El resto pasables sin más. Lo cierto es que, al lado de Jackson, todos quedan ensombrecidos y opacados, pese a no ser su mejor trabajo.

Destacar todas esas frases lapidarias, guiños y críticas que tiene la cinta. La química entre padre e hijo, ya no tanto a nivel interpretativo, funciona de maravilla. Críticas constantes a esa generación de cristal de hoy en día, donde todo ofende u oprime a alguien, y sale airosa del paso desde un tiempo pasado donde todas esas tonterías ni siquiera existían. Eso funciona muy bien.

En resumen ''Shaft'' es una película entretenida y que funciona si vienes buscando algo del género. No es la mejor al respecto, ni siquiera está entre las mejores, pero cumple y ofrece lo esperado. Lo mejor es verla sin demasiadas exigencias. La podría recomendar.

Lo mejor: Es entretenida, Samuel L. Jackson y algunas frases.
Lo peor: Nada importante.

* Un 6 bajo *