Hoy vi 'Jusqu'à la garde', de Xavier Legrand, un drama lleno de tensión que en una buena cantidad de escenas te pone los nervios de punta.
Las actuaciones superan la media y las situaciones que presenta su director en pantalla no se perciben forzadas en ningún momento, por lo cual se puede destacar el gran pulso narrativo que posee el film y la naturalidad con la que se expone cada suceso.
Padres divorciados. Por un lado la madre solicita la tenencia exclusiva, alegando que su ex esposo es violento y no puede controlar sus brotes de agresividad; por el otro, un padre que, bajo defensa de su abogada, se describe como un ser calmo. Eso es solo el comienzo... lo que luego acontece es mejor verlo sin saber demasiado.
Apenas una hora y media de metraje durante la cual uno puede experimentar un mix de sensaciones.
Altamente recomendable.
8 Alancitos Divorciados sobre 10