Otra sensación superextraña en el cine (como me ocurrió con Zodiac de Fincher). Es como estar sumergido en una época que nunca he vivido pero que me suena tan familiar por la cantidad de clásicos que nos han formado acerca de esas violentas, incomprensibles, ambiguas y funestas épocas. Michael Mann recrea con una exactitud casi enfermiza las desventuras de John Dillinger (brillante Depp) con el "Bureau of Investigation" era Edgar Hoover (fenomenal Billy Crudup).
Mann consigue realizar una película moderna (digital en mano) con la escenografía y el estilo del blanco y negro clásico (más sus famosos "close ups" y sus planos foto documentales que quedan la mar de bien en este experimento de cinéma vérité).
El resultado está en la capacidad de Mann de dar verosimilitud a cualquier andadura de Dillinger, a la evolución del Bureau of investigation, a la evolución del crimen en sus múltiples facetas (desde los robos a los bancos a la corrupción en el juego), a representar la época de la depresión americana de los 30' o a la reminiscente obsesión de Mann al estudio existencial del ser humano y a su intento de escapismo de la sociedad establecida.