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Taiwán Taiwán · Made in
Voto de elmer:
5
Ciencia ficción. Terror La noche en que varios jóvenes neoyorquinos celebran la fiesta de despedida de un amigo en Manhattan, un monstruo del tamaño de un rascacielos llega a la ciudad. Contada desde el punto de vista de la videocámara de uno de ellos, este es el escalofriante documento sobre sus intentos por sobrevivir durante los momentos más increíbles y terroríficos de sus vidas. Producida por J.J. Abrams, creador de la serie "Perdidos". (FILMAFFINITY)
25 de abril de 2009
3 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Nueva York ha sido atacada infinidad de veces en el cine; meteoritos varios, gorilas gigantes y algún terremoto televisivo, han dejado su huella en la ciudad de los rascacielos, Roland Emmerich ha dejado su marca en ella como unas tres veces y la isla de Manhattan ha servido también de prisión para albergar a lo peorcito del país. No he concebido una ciudad que sea más cinematográfica que Nueva York.

Por esa razón, el 11 de septiembre de 2001, no sólo se vinieron abajo las torres gemelas, con ellas cayó también toda la magia del celuloide; imposible desconectar lo ficticio de la cruda realidad que estaba aconteciendo, todas esas películas pasaban por mi mente, una detrás de otra. Un duro golpe al subconsciente, pero ni punto de comparación con lo que estaban viviendo los neoyorquinos.

"Monstruoso", podría decirse que es la película sobre el terror que afloró ese trágico día de septiembre, ese tipo de película que era poco menos que imposible que se llegase a realizar tras los atentados; aún recuerdo como la fábrica de sueños pregonaba por aquel entonces, que el cine palomitero no volvería a ser igual; pero sólo hasta que la cosa se enfriase, claro, porque J.J. Abrams no nos muestra terroristas sino un bicharraco de nosecuantos metros, pero eso es lo de menos, lo que cuenta aquí es el miedo y la incertidumbre de la gente ante una amenaza desconocida, y el caso, es que consigue transmitir eso en el espectador en sus primeros minutos, justo antes de que los protagonistas se percaten de que es realmente lo que está demoliendo su ciudad.

Sin embargo, a partir de ahí todo va cuesta abajo, si a ello se le añade el dichoso método de cámara en mano, la cosa desciende a un ritmo vertiginoso y su duración aunque breve, resulta agotadora, tanto, como para valorar únicamente su planteamiento y no cascarle más que un benévolo 5.
elmer
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