Una de las películas más divertidas de Eddie Murphy y segunda colaboración del humorista con el no menos humoristico realizador, John Landis. Ambos consiguieron con esta agradable comedia un gran éxito en los cines y supondría el último taquillazo de el Murphy de los 80, así como, el último en la carrera de Landis; ya no volverían a lucir igual a partir de aquí.

La verdad es que, el paso del tiempo no le ha sentado mal y todavía es capaz de sacar bastantes sonrisas al respetable, aunque sus buenas maneras y su moralina le restan algo de diversión, algo que no ocurría con la genial "Entre pillos anda el juego", por ejemplo. Esta es la primera película, donde el cómico se multiplica encarnando a varios personajes y lejos de resultar cansino, ofrece en este aspecto el mejor desdoblamiento de toda su carrera.

Humor y romance se entremezclan estupendamente, sin que por ello sea exactamente una comedia romántica, pues la verborrea y la gracia del Eddie Murphy de entonces, además de algunos personajes que pululan por la historia (especialmente los interpretados por Murphy), hacen de esta comedia una película perfecta para todas las edades, con una calidad muy superior a muchas de las comedias actuales que solo pretenden llevar a los adolescentes al cine a toda costa.

No es el mejor John Landis, pero por otro lado, estoy convencido de que Murphy solo tiene tres películas realmente buenas; esta sería la tercera.