He aquí una valiosa obra de importancia cultural tanto en Japón como en el resto del mundo. Respondiendo a las producciones americanas sobre monstruos, y marcando una clara metáfora sobre las consecuencias de la II Guerra Mundial, nace la famosa historia de "Gojira" dentro del cine y el subgénero fantástico Kaiju.
Viajando a 1954, podemos encontrar un filme estéticamente bien realizado que llega a una importantísima moraleja sobre el sufrimiento del pueblo japonés por los ataques a Hiroshima y Nagasaki. Entre sus logros destaca cada sentimiento que imprime: terror, desesperación, compasión y esperanza.
A pesar de algunos desaciertos técnicos (como cables en objetos y fallas en edición de sonido) la producción cumple al darle vida al gigantesco monstruo, desde tomas y secuencias espectaculares hasta el sonido creado para él. También resaltar el trabajo de destrucción de la ciudad.
En algunos tramos se vuelve un poco lenta, y su protagonista femenina pierde fuerza dramática en comparación a sus coprotagonistas. Sin embargo, no deja de ser altamente recomendable por historia y valor para aquellos que deseen indagar en este tipo de cine.