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Voto de Lautrec:
7
Animación. Fantástico. Aventuras. Infantil La historia se centra en Sosuke, un chico de 5 años, y su relación con una princesa pez que ansía convertirse en un ser humano. Libre adaptación de "La sirenita" que obtuvo muy buena acogida de la crítica en el Festival de Venecia 2008.
26 de agosto de 2009
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hayao Miyazaky, nos vuelve a deleitar con otra gran historia sobre el amor y la desaprensa humana. Si bien el argumento es algo sencillo, los personajes están construidos con gran certeza.
A diferencia de sus anteriores producciones (El viaje de Chihiro, la princesa Mononoke y el Castillo ambulante, entre otras) ésta no cuenta con una riqueza tan amplia hacia las referencias tradicionales orientales, pero no por eso deja de cumplir con los requisitos de un buen film de animación, al contrario, la simpleza y depuración de la narración, nos vuelca a que admiremos y nos centremos en los protagonistas; hace que retornemos a ser infantes, admirando las simplezas de la vida que las transforman en algo extraordinario ante los ojos de un niño, el espectador forma parte de esta travesía, de una forma cálida, ya que poco a poco gracias a códigos visuales entendamos la fluidez y la naturaleza mágica del filme.
Sin mucha importancia a la historia, se fortalece con el caudal de imaginación que H. Miyazaky esta acostumbrado a deslumbrarnos en la construcción de personajes. Se torna levemente lenta, pero necesaria, dejando espacios de silencio, para que el espectador encuentre la contemplación hacia la vida; los films de Miyazaky, son una alegoría hacia la vida, esa búsqueda en los sueños terrenales que hace que parezcan ficticios. Otro gran punto a favor es la calidad innegable del tratamiento del color que hace que el azul parezca tan intenso como interminable, destacando la transparencia.
Por otro lado el argumento, nos presenta la deshumanización, del sujeto. Siempre Miyazaki lo hace, en este momento recae en como el hombre se a olvidado del cuidado del mar y olvidándose de la comunicación ancestral y mítica. Convirtiéndose en una lucha entre un mundo marítimo reinado por especies magias y un mundo terrestre, reinado por el despreocupado hombre. Donde el gran triunfador siempre es este amor conjugado entre un ser humano y otro mágico. Recomendado para los que quieren reencantarse con lo propio de ser humanos, dejarse llevar por las travesuras, la magia, el color, la creación y la imaginación.
Lautrec
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