Aunque el género de las películas de zombies ya está muy trillado “Cooties” sabrá hacerse un hueco en el corazón de los más exigentes, aunque sin ofrecer mucho más de lo que ya habíamos visto. Con un par de vueltas de tuerca Ian Brennan y Leigh Whannell han conseguido crear una película tan inquietante y terrorífica como divertida e hilarante. Los personajes y un juego de luces y sonido fantásticamente recreados hacen de ella una propuesta visual atractiva incluso para los más escépticos.

La película avanza constante centrada en la trama del colegio sin darte tiempo a pensar sobre el resto del mundo gracias a unos personajes que se conjugan a la perfección, como un puzzle, donde nadie sobra y todos tienen algo que decir. De repente comienza a sucederse la acción, los clichés, los chistes ingeniosos sin desentonar con el ritmo de la narración, y entonces te sumerges en la trama que aguanta con efecto hasta el final.

Un guión logrado, no tanto como la historia, que si es verdad que nos ofrece todo cuanto tiene, sin dejar nada en la recamara, pero que no deja de ser una sucesión de momentos recogidos por obligación de otras películas. La trama no puede ofrecer más pero explota con sentido y veracidad lo que se espera de la misma.

Un ejercicio “interesante”, un 6 en mi propio ranking, que te sacará una sonrisa si la ves en solitario y alguna carcajada si te acompañas de tus familiares.