Infravalorada. Cierto que Mrs. Lowry and son es una película cargada de tristeza, incómoda de seguir, que incide de principio a fin en una relación entre madre e hijo recalcitrante, tóxica, insana, real como la vida misma sin embargo. Pero ésa es la historia, y está muy bien escrita y estructurada, perfectamente narrada y magistralmente interpretada por dos inmensos actores. Merece mucho la pena y, sobre todo, investigar luego en la biografía de un pintor quizá no demasiado conocido. Un tipo sencillo que afirmaba que para ser pintor sólo hacen falta sentimientos, al que le reconocieron su aportación al mundo del arte nombrándolo Sir, un honor que él rechazó porque ya no estaba su madre para ofrecérselo.